El empresario Rafael Gómez ya tiene en su poder el auto de ejecución de la sentencia que lo condenó a cinco años y tres meses de prisión, además de a una multa de 112 millones de euros, como autor de dos delitos contra la Hacienda Pública por el impago de casi 29 millones. El juzgado le requirió ayer para que cumpla la condena en un plazo de 20 días.