El gobierno municipal aprobó ayer de manera definitiva el presupuesto del que dispondrá el Ayuntamiento de Córdoba este año. Lo hace solo con el apoyo de Ganemos y el rechazo en bloque de PP, Ciudadanos y Unión Cordobesa. Aunque era un trámite, había que resolver las alegaciones, cosa que se hizo rechazándolas en bloque y prácticamente calcando el debate del Pleno de enero en el que se acordó la aprobación inicial del presupuesto. Por lo demás, casi seis horas y media de sesión dieron ayer para debatir acaloradamente sobre la educación pública (sin llegar a ningún acuerdo) o de las energías renovables, y de pedir la comparecencia del concejal de Presidencia, Emilio Aumente, sobre la situación del Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones, una obra parada al 54% de su ejecución, entre otras cuestiones.

Sobre el presupuesto, la cuarta teniente de alcalde de Hacienda, Alba Doblas, afirmó que es «el de la sensibilidad social» y anunció que 2017 será «el año de la inversión». Además informó de que el Ministerio de Hacienda ha certificado que el Ayuntamiento cumple con el objetivo de la regla de gasto, al tiempo que acusó al PP de querer engañar en este sentido a la ciudadanía al no haber podido rebatir «un presupuesto implacable que tiene en el centro a las personas». También respondió a las críticas de los populares sobre la supuesta tardanza en la aprobación del documento recordándole que ha sido «la prime» (por primera) capital andaluza en hacerlo.

En las antípodas, el portavoz del PP, José María Bellido, que insistió en «el retraso» en la aprobación de las cuentas, de las que dijo que están hechas «a las espaldas de la ciudad, porque aumentan la deuda y generan más impuestos y menos empleo». Además, Bellido asegura que pone en riesgo a las empresas municipales y que incumplirán, «como les ha dicho la Intervención», la regla de gasto. Para el portavoz del PP, que acusó a Doblas de abusar «del discurso mitinero», este presupuesto evidencia que el equipo de gobierno «no tiene proyecto» y trabaja con ideas heredadas.

Por su parte, el concejal de Ciudadanos, José Luis Vilches, reclamó al gobierno local «diálogo» de cara a futuras negociaciones del presupuesto, porque dijo que este año «no se han producido». Para Vilches, estos presupuestos «son del siglo pasado» y espetó a la responsable de Hacienda que si el Pleno fuera un consejo de administración estaría «despedida por incompetente». Por su parte, el concejal de Unión Cordobesa, Rafael Carlos Serrano, justificó su voto en contra de los presupuestos porque opina que son «los mismos» que los del año pasado y que «no cambiarán nada».

En concreto, el Ayuntamiento y sus empresas públicas y organismos autónomos dispondrán de 427,5 millones de euros para este año, lo que significa un 8% más que el año pasado. Según las previsiones del gobierno local, las cuentas terminarán con un superávit de 1,4 millones (el doble que en 2016), ya que los gastos previstos serán de 427,6 millones de euros. Las cuentas municipales se aprobaron inicialmente el pasado 17 de enero, siendo entonces Córdoba la primera capital andaluza en superar ese trámite que, no obstante, el Gobierno recomienda aprobar a 31 de diciembre del año anterior. PSOE e IU tardaron unas semanas en convencer a Ganemos para que apoyase el presupuesto, algo que sucedió finalmente a mediados de enero. A juicio del portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, las modificaciones introducidas entonces harán de Córdoba «una ciudad más culta y viable», mientras que Alberto de los Ríos cree que es un presupuesto «que trata de hacer de la crisis una oportunidad».