El Ministerio de Cultura ha recurrido a Tragsa para terminar las obras de la biblioteca de los jardines de la Agricultura (de los Patos), que llevan paradas desde octubre del 2016. Cultura ha encargado a la empresa pública la terminación por 9,7 millones de euros, casi 5 millones más de lo que tenía previsto hace un año -las estimaciones eran que lo que resta por ejecutar saldría a concurso por 5,2 millones-. Además, la empresa acometerá la actuación en un plazo de dieciocho meses. Cultura ha optado por Tragsa para agilizar la terminación, ya que recurriendo a esta empresa pública, que trabajó para la Junta en la finalización del Palacio de Congresos de Córdoba, y que lo hará también para el Ayuntamiento para concluir el centro de convenciones del Parque Joyero, se ahorra el trámite de sacar a concurso las obras, que demoraría la intervención entre medio año y un año más. Hay que recordar que la obra fue adjudicada a Banasa por 8,7 millones. Hasta ahora se ha ejecutado más de la mitad, en concreto, 5,4 millones.

La plataforma de contratación del Estado publica el contrato firmado entre la Gerencia de Infraestructuras y Equipamientos de Cultura y Tragsa el 30 de noviembre pasado para continuar con las obras que la empresa Banasa comenzó en noviembre del 2014 pero que no pudo acabar, ya que en abril de este año se produjo la resolución del acuerdo. Los trabajos quedaron parados en octubre del 2016 por la necesidad de modificar el proyecto para adaptarlo a la nueva normativa de eficiencia energética. Lo que iba a ser una modificación se ha convertido en un proyecto nuevo de terminación que incluye importantes mejoras. El 21 de noviembre la Abogacía del Estado del Ministerio de Cultura informó favorablemente el encargo.

El presupuesto de ejecución se ha fijado en 9.763.000 euros y en él se incluyen los trabajos previos y demoliciones (27.510 euros), el movimiento de tierras (38.004), la red de saneamiento (63.515), cimentaciones (219.835), estructuras (194.620), albañilería (252.687), cubiertas (172.322), impermeabilizaciones y aislamientos (34.705), carpintería exterior (1,1 millones), carpintería interior (583.179), cerrajería (369.652), falsos techos ( 422.157), pavimentos (423.050), revestimientos y acabados (205.558), vidriería (189.268), instalación de fontanería y aparatos sanitarios (57.938), instalación de electricidad (268.472), iluminación (314.028), instalación de climatización (856.288), protección contra incendios (164.230), instalaciones especiales (29.285), instalación de voz y datos (137.800), instalaciones de elevación (3.798), pinturas (64.132), urbanización (255.496), seguridad y salud (53.7929, actuaciones arqueológicas (54.511) y gestión de residuos (19.116). El presupuesto de ejecución se eleva a 7,7 millones más los gastos de las tasas de la licencia.

Las previsiones de Cultura son utilizar este año 106.506 euros para la tasa para la obtención de la licencia; 5,5 millones, el año que viene; y 4,1 millones, en el 2020. En el presupuesto no entra el equipamiento, que se pagará aparte. La empresa Tragsa ya ha solicitado la licencia. Las estimaciones de Cultura son que la licencia esté en tres meses, según consta en el documento firmado con Tragsa, por lo que, de cumplirse, las obras podrían empezar en la próxima primavera, para acabar al final del 2020. Después, hay que equipar el edificio.