El primer teniente alcalde del Ayuntamiento de Córdoba y responsable de Turismo, Pedro García, llamó ayer a la Junta de Andalucía a aplicar la ley y regular las viviendas turísticas, a «actuar con dureza y legislar» en este ámbito, con el fin de combatir la competencia desleal que se está produciendo en el ámbito del turismo por parte de quienes regentan este tipo de viviendas eludiendo el pago de impuestos y la contratación legal de su personal. García no pudo confirmar el dato adelantado por el presidente de Hostetur, Fran de la Torre, que habla ya de una bajada de un 20% en el número de reservas de cara al mes de mayo de este año, pero recordó que «antes había una realidad exclusiva, que era la oferta de alojamiento en habitaciones hoteleras, que hoy ha cambiado por la presencia de apartamentos turísticos y, sobre todo, por las viviendas turísticas».

Según sus datos, solo en la plataforma Rbnb se anuncian 2.400 viviendas turísticas en Córdoba, lo que aumenta las opciones de competencia a niveles que no existían hace unos años. «Esa realidad hace que baje la ocupación en los hoteles, pero eso no significa que venga menos gente», aclaró, «por eso la clave está en la adecuada regulación de la vivienda turística, porque no es lógico que los hoteles, que pagan sus impuestos y salarios según convenio a sus empleados, que cumplen con la legislación y tributan por la actividad económica que realizan, tengan que competir con viviendas turísticas que no lo hacen». En este sentido, el teniente alcalde de Turismo recalcó que, si bien el Ayuntamiento va a tomar las medidas que estén a su alcance, «es la Junta de Andalucía la que debe legislar».

En la misma línea, Pedro García aseguró que también «me ocupa y me preocupa» que en Córdoba, «en un sector como el hostelero y el turístico», en el que existe mucha precariedad laboral, esta forma de competencia desleal y desregulada acabe repercutiendo en los trabajadores, tanto los que trabajan para las viviendas turísticas como los que trabajan en los hoteles. «Si los hoteles tienen que competir en estas condiciones y quieren, como es lógico, seguir sacando un beneficio, no puede ser que al final sean los trabajadores los que lo paguen con despidos, bajos salarios...».

Según García, esto es preocupante porque «se está generando más riqueza porque hay más oportunidades económicas y de negocio, pero me preocupa que el nivel de precariedad aumente en el ámbito turístico si no se regulan las viviendas turísticas».