Nadie duda de los efectos negativos que provocaría en el olivar andaluz la desaparición de una empresa que es uno de los grandes compradores de aceite en Andalucía y en Córdoba. Desde hace décadas, Deoleo, antigua Carbonell (y SOS Cuétara, después), ha sido uno de los principales comercializadores del aceite de oliva de la provincia, situación que se mantiene al tener en Córdoba uno de sus principales suministradores de zumo de la aceituna. En el año 2013, por ejemplo, de los 180 millones de litros que Deoleo adquirió en España, 140 procedían de cooperativas, siendo Jaén, con 50 millones, la provincia donde compró más, seguida de Córdoba, con 48 millones, y Sevilla y Málaga, ambas con 15. El resto lo aportaron Granada y Huelva. Por eso, Andalucía tiene mucho que perder si no va bien Deoleo y comienza a caer su demanda de materia prima.

LA CRISIs // La preocupación creció tras presentar la multinacional, a finales de febrero, sus últimos resultados, que reflejan unas pérdidas de 179 millones de euros en 2016 y una deuda financiera neta de 533 millones. Esta caída de los resultados se vio incrementada por el deterioro de activos (por valor de 96,3 millones) y el cambio de normativa fiscal de diciembre de 2016, que ha tenido un impacto de 53,3 millones. A esto hay que unir los gastos no recurrentes, que llegaron a 33,6 millones, sobre todo por la crisis de calidad en Italia (la empresa fue sancionada) y la inversión en la mejora de los sistemas de calidad. Esto ha llevado a la empresa, cuyo consejero delegado es el italiano Pierluigi Tosato, a promover un plan de reestructuración que se inició en septiembre y que comenzó con la reducción de la capacidad industrial de la compañía. Primero, vendió la planta de Antequera a la cooperativa Dcoop (antigua propietaria), con lo que se quedó solo con la envasadora de Alcolea en España. Asimismo, decidió adoptar un plan para la planta de Inveruno, que prevé alquilar, y reforzar las instalaciones cordobesas y de Tavarnelle (Italia). Ese plan contemplaba la adopción de un expediente de regulación de empleo para la fábrica de Italia y las instalaciones de Madrid y Córdoba, mientras que cierra las de Andújar. La empresa justificó este ERE en «una evolución de mercado adversa», una «sobrecapacidad instalada» y «una falta de competitividad, que se traducen en una grave situación productiva y organizativa». El ERE recibió este viernes el respaldo mayoritario de los trabajadores de Alcolea, por 101 votos a favor, 14 en contra y 7 en blanco. Asimismo, se aprobó en los otros dos centros de actividad de Deoleo, situados en Madrid y Andújar. Pero, ¿en qué consiste el acuerdo?

Pese a no ser lo que esperaban los sindicatos, los trabajadores han visto mejoradas las propuestas iniciales al reducirse las bajas de 95 a 65 en España. En el caso de Alcolea, serán 46 despidos (41 de Córdoba y 5 reubicados desde Andújar), frente a los 56 que se plantearon inicialmente. Además, se contemplan recolocaciones internas y movilidades, así como modificaciones sustanciales de condiciones de trabajo. En Alcolea dejará de tener actividad la refinería o la producción de salsas, entre otras líneas, mientras que los empleados de la sección de vinagres (7) pasarían a una futura empresa de confirmarse su venta a otra firma o se verían afectados por las medidas extintivas de no producirse la operación.

El equilibrio financiero de la multinacional, cuyo accionista mayoritario es el fondo de inversión CVC Capital Partners, viene arrastrando problemas desde la cuestionada gestión de Jesús y de Jaime Salazar. En los últimos años, además, han tenido especial incidencia las grandes oscilaciones del precio del aceite y su retraso en la repercusión al consumidor, la competencia de la marca blanca en España y algunos casos que afectaron a la calidad y dañaron su imagen en Italia. Pese a ello, Deoleo es la empresa con más marcas líderes a nivel internacional. Así, tiene una cuota del 10,5% del mercado mundial de aceite envasado y supera a la segunda empresa en 7,8 puntos. Entre otras marcas destacan las italianas Bertolli (la más vendida en Estados Unidos) y Carapelli, junto a Carbonell, Hojiblanca o Koipesol. Pero, además, tiene algunas enseñas que están consiguiendo un fuerte crecimiento, como sucede con Fígaro, en la India. Esa variedad de marcas tiene otra de sus fortalezas en la diversificación de su mercado, ya que está presente en más de 80 países y tiene delegaciones comerciales en 15.