-¿Qué es lo más positivo de la situación que estamos viviendo con el coronavirus?

-A mi entender lo fundamental a remarcar es el nivel de compromiso de los españoles. Yo destacaría la reacción individual de nuestros compatriotas, que han mostrado cuando se les ha requerido la voluntad de dar lo mejor de sí mismos en apoyo a los más necesitados.

-¿Qué enseñanza tenemos que extraer de lo que estamos pasando?

-En lo que a mí respecta yo destacaría dos aspectos; por un lado, la capacidad de movilización de los españoles, y, por otro, la capacidad de reacción de sus Fuerzas Armadas. En nuestro caso fuimos capaces de responder en cuestión de horas a todos aquellos apoyos que se nos requirieron. Creo que la sociedad española ha podido percibir que sus Fuerzas Armadas le sirven, le son útiles, cuando y como se les requiere, y de ahí la rentabilidad de invertir en Defensa.

-¿Qué cuatro acciones concretas adoptará una vez que finalice el estado de alarma?

-Nuestro ámbito de responsabilidad, la seguridad, no descansa. Por ello, una vez finalice el estado de alarma debemos retomar nuestras labores de preparación, cuyo hito principal para este año será el Ejercicio TORO. Continuaremos también con la recuperación de los programas de mantenimiento de material y adiestramiento del personal para poder así alcanzar otra vez, sin que se hayan visto menguados, los niveles de disponibilidad que se le exigen a nuestra Brigada.

-¿Cómo debe contribuir la iniciativa pública y la iniciativa privada para remontar la situación?

-No me corresponde a mí distinguir el papel de cada uno de los sectores de la sociedad en la recuperación. Solo puedo apreciar la necesidad de que cada uno de los españoles, desde su puesto de trabajo, contribuya con su esfuerzo personal, institucional o empresarial a la recuperación de nuestra querida patria. En nuestro caso en concreto, nada honrará más nuestra labor que el poder contribuir con nuestros medios, esfuerzos y capacidades a la recuperación de esa sociedad a la que tan orgullosos servimos y pertenecemos.