La sección de Medio Ambiente de la Fiscalía provincial de Córdoba ha presentado una denuncia por el vertido de alperujo de Oleícola El Tejar al río Guadalquivir, que tuvo lugar a finales del pasado mes de junio en la planta del municipio de Pedro Abad. Así lo confirmaron ayer fuentes judiciales consultadas por este periódico, que explicaron que, entre otras cuestiones, esta actuación se ha basado en los daños que el incidente provocó en la fauna, en la flora y en el dominio público hidráulico.

La denuncia, formulada en las últimas semanas, tiene que llegar ahora a un juzgado de Instrucción de Montoro para que continúe su curso. Por el momento, no ha trascendido más información sobre el contenido, aunque cabe recordar que a finales del año pasado se conoció que la Guardia Civil ha imputado a tres responsables de Oleícola El Tejar por unos hechos que enmarca en un posible delito contra los recursos de la naturaleza y el medio ambiente.

Desde el instituto armado se informó de que los resultados de la investigación de su Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) serían trasladados a la Fiscalía provincial, «con la finalidad de fundamentar las posteriores acciones penales que el caso requiera».

Con la decisión adoptada por el Ministerio Público, el incidente medioambiental sale del ámbito administrativo y llega al judicial. En este sentido, la Junta de Andalucía fue la primera en informar, hace tres meses, de que ha iniciado un procedimiento sancionador que contempla obligaciones pecuniarias y no pecuniarias para el resarcimiento de los daños medioambientales, y de que ha calificado los hechos, inicialmente, como muy graves. Por otro lado, a principios de diciembre trascendió que la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir también ha incoado un expediente sancionador y coincide en valorar lo sucedido como «muy grave». Por parte de este organismo se ha evaluado la carga contaminante descargada al río Guadalquivir. Días después de que ocurriera el vertido, la CHG ya apuntó que se trata del incidente de este tipo más importante de las dos últimas décadas, destacando que la mancha se extendía a lo largo de unos 20 kilómetros. Una semana más tarde habían retirado del río 4,5 toneladas de peces muertos.