El final de las campañas de recogida de la aceituna y de la naranja y de otras labores agrarias ha puesto fin a tres trimestres en los que se había reducido el paro en Córdoba. Entre abril y junio subió de nuevo el paro en 5.000 personas respecto al primer trimestre del año, quedando la cifra de desempleados en 82.300. Este dato, no obstante, es el más bajo en un segundo trimestre del año desde el 2008, cuando había 56.200. La Encuesta de Población Activa (EPA), publicada ayer por el INE, refleja que el paro subió tanto en hombres como mujeres al contabilizarse 34.100 desempleados (2.700 más que en marzo) y 48.200 desempleadas (2.300 más). No obstante, se contabilizan 13.700 menos que hace un año.

La EPA recoge también un incremento de la tasa de paro en la provincia, que asciende hasta el 22,21%, más de un punto más que en el primer trimestre, cuando estaba en el 21,05%, siendo la mujer la que sufre más los niveles de desempleo atendiendo a su población activa: casi 29 mujeres de cada cien (28,64%) están sin trabajar, mientras que en los hombres baja el porcentaje al 16,86%. Precisamente, las cordobesas, tras las gaditanas y las jiennenses, son las que sufren más paro en la España peninsular (no se incluyen Ceuta ni Melilla).

En el análisis de la encuesta se observa que la subida del paro en Córdoba se ha producido sobre todo por la destrucción de empleo en el sector agrario. Así, en la agricultura hay 18.300 parados, 8.300 más de los que había en el primer trimestre del año. También subió en los servicios (+700) y en la construcción (+600), mientras que descendió entre los que buscan su primer empleo (-3.700) y en la industria (-700). Otro dato a tener en cuenta es la importancia del número de hogares que tienen a todos sus activos parados. En Córdoba hay 29.690 familias en las que ninguno de sus integrantes trabajan, a las que hay que unir 40.720 que tienen ocupados y parados y 146.180 en los que todos los activos están ocupados. Con respecto al primer trimestre, hay 3.790 más con todos sus miembros parados.