REMITIDO

Cada 3 de diciembre se celebra el Día Internacional de la Personas con Discapacidad, fecha cuyo objetivo es fomentar su integración en la sociedad y promover la igualdad de oportunidades. Según el Centro de Valoración y Orientación de la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía, en nuestra provincia algo más de cincuenta mil personas tienen reconocida una discapacidad igual o superior al 33%, con lo que prácticamente una de cada diez personas que nos cruzamos por la calle, tiene una discapacidad valorada. Desde FeSP-UGT Córdoba no quieren dejar pasar la oportunidad de hacer un llamamiento y reivindicar a los poderes públicos, al empresariado y a la sociedad en general para que se pongan en marcha las medidas necesarias para que de una vez por todas se logre la integración social y laboral de estas personas. A la vez agradecen a los trabajadores, de una parte los que son el eslabón último de la calidad asistencial y de otra a esas personas cuyo empeño diario en superar una dificultad merecen cuando menos un digno y justo reconocimiento. Unos y otros son merecedores de unas condiciones de mayor dignificación de su trabajo, es justo que la sociedad se lo reconozca. La Discapacidad es un término que nos debe hacer reflexionar sobre su verdadero sentido, no excluyente, ni clasificatorio y ni mucho menos de minusvaloración.

En este sentido el artículo 49 de la Constitución otorga a los Poderes Públicos la atención de las personas con discapacidad, por lo que atender sus necesidades y la igualdad de oportunidades se convierte en un derecho y en un deber de la sociedad, una obligación pues, integrar a estas personas en el mayor nivel de normalización posible.

Desde UGT exigimos que las personas con discapacidad puedan llevar una vida independiente y participar de forma activa en el desarrollo de la sociedad. Solicitamos a las Administraciones Públicas que tomen las medidas apropiadas para darles pleno acceso a la actividad cotidiana y eliminar todos los obstáculos a su integración

Para UGT, las personas con discapacidad, como todos y todas, tienen derecho al trabajo, y es importante que puedan hacer uso del ejercicio de este derecho, ya que crecemos ejerciéndolos. No podemos olvidar que el trabajo no es sólo un derecho por lo que conlleva a nivel de sustento y capacidad económica sino por el desarrollo psicosocial de la persona y la integración de las personas en la sociedad como miembros activos y plenos. Por tanto, negar injustificadamente el derecho al trabajo a estas personas atenta contra su dignidad y menoscaba el desarrollo de su personalidad.