Hace 30 años que un pequeño grupo de soñadores quiso demostrar en Córdoba que las personas con algún tipo de discapacidad eran muy capaces de poder trabajar, adaptando el empleo a sus posibilidades y logrando de esta forma su integración social y mejora de su autonomía y autoestima. De la reivindicación de los derechos de las personas con discapacidad se pasó a trabajar en soluciones para dar más oportunidades laborales a estos ciudadanos. Y de ese esfuerzo nació Fepamic (Federación Provincial de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de Córdoba (Fepamic). Tres décadas después esta federación quiere seguir creciendo, potenciando sobre todo la formación de las personas con capacidades diferentes, como principal herramienta para reducir el desempleo, que de forma especial afecta a este grupo de población. Con motivo de su 30 aniversario, Fepamic ha organizado un amplio programa de actos que presentará este viernes y que llevará a cabo durante todo el año, para dar a conocer su labor y la que realizan cientos de personas con discapacidad de la provincia.

Evolución

Fepamic fue fundada el 26 de febrero de 1988 con la suma de cuatro asociaciones (Acpacys, Asindi, Alcer y Frater) y, en la actualidad, ya son 34 las asociaciones que reciben respaldo y forman parte de la misma, 34 colectivos que representan a más de 6.000 personas, destaca la que es su presidenta desde junio del 2016, Sara Rodríguez.

Rodríguez recuerda que en sus inicios Fepamic contaba con solo dos trabajadores y a finales de febrero de este año ya daba empleo a 720 personas, de las que un 80% con discapacidad. «Cuando yo empecé a trabajar en Fepamic hace once años la plantilla era de poco más de 200 trabajadores. En estas tres décadas hemos podido dar trabajo a entre 2.000 y 3.000 personas, de forma fija y temporal, y nos sitúamos en un nivel de autofinanciación del 80%», apunta Rodríguez.

Sara Rodríguez señala que la federación cuenta con cinco centros especiales de empleo, a través de los que ofrece más de 20 servicios no solo a la población con discapacidad, sino a entidades, ayuntamientos, asociaciones o empresas de Córdoba, Málaga, Huelva, Granada y Cuenca, que contratan a Fepamic estas prestaciones. Servicios como limpieza y vigilancia de comunidades, transporte adaptado, rehabilitación y asistencia especializada en unidades de día (Fernán Núñez, Lucena y Córdoba), servicio de monitores de educación especial en colegios, limpieza viaria y jardinería, gestión de zonas azules y de residencias para pacientes gravemente afectados, asesoramiento en materia de accesibilidad de viviendas, entre otras.

«El primer presidente de Fepamic fue Luis Solís. Yo era el tesorero y María Carmen Domínguez, secretaria. En nuestro primer local de 40 metros cuadrados, en la calle Motril, ya nos marcamos como objetivo, y también en nuestra posterior sede de Fidiana, que queríamos cambiar el perfil de la persona con discapacidad, que fuera alguien que no quiere vivir de una pensión, sino que busca formarse y mantenerse con lo que gane de su propio trabajo. Por ello, impulsamos nuestro primer centro especial de empleo y con los primeros ahorros impulsamos el proyecto de nuestra sede y unidad de día del Tablero, que abrió sus puertas en el año 2000», expone Antonio Hermoso, que ha sido presidente de Fepamic durante 23 años.

En los 30 años de vida de Fepamic, Antonio Hermoso (presidente ahora de la confederación andaluza de personas con discapacidad física y orgánica, Codisa-Predif) se enorgullece de haber podido conocer a muchas personas válidas y comprobar cómo esta federación ha desarrollado un «modelo de asociacionismo con unos valores claros de profesionalidad, autofinanciación, transparencia y participación democrática». «La plantilla de Fepamic posee un grado de profesionalidad muy alto y es ejemplo de compromiso y entrega por la integración de las personas con discapacidad y el apoyo mutuo, que fueron los principios con los que se fundó esta federación», indica Hermoso.

Autocrítica

Sin embargo, el expresidente de Fepamic también hace autocrítica, pues si bien «hemos avanzado mucho en estas tres décadas en conseguir empleo para la población con discapacidad, deberíamos haber fomentando más programas educativos, destinados sobre todo a personas con discapacidad que no poseen ni los estudios primarios». Para impulsar la formación educativa de las personas con diversidad funcional Fepamic abrió el año pasado un centro de formación muy cerca de su sede, que oferta una veintena de áreas formativas diferentes. La presidenta de esta federación coincide con su antecesor en que la formación es la salida para lograr que haya menos personas en la bolsa de empleo de Fepamic, unas 6.000 actualmente, de las que alrededor del 60% no ha concluido ni los estudios básicos, y para fomentar un empleo más cualificado. «Una bolsa de empleo que no para de crecer porque antes muchas personas con discapacidad se resignaban a no trabajar y ahora se sienten capaces de intentarlo, arropadas por nuestra entidad y por las asociaciones que la integran», manifiesta Rodríguez.

Entre los planes de futuro de Fepamic están construir una nueva sede y dejar la actual solo como unidad de día. También seguir buscando nuevas oportunidades de empleo y de integración social para las 6.000 personas que engrosan su bolsa de trabajo. Por otra parte, esta federación apuesta por impulsar una línea de distribución de comida a domicilio a través de una página web, que potencie el actual servicio de comida que se prepara a diario en la residencia de Fepamic y que se destina a los usuarios de las cuatro unidades de día que gestiona esta entidad, a los de la residencia y otros correspondientes a instituciones con las que se tienen suscritos acuerdos.

Nuevos retos

Debido a la crisis quedó aparcado hace unos años el objetivo que tenía Fepamic de poder ampliar las plazas de la residencia de gravemente afectados de Fepamic, pero Sara Rodríguez se muestra optimista con que la Junta decida retomar el concierto de esos nuevos puestos, al amparo de la nueva ley de discapacidad de Andalucí y de la mejor coyuntura económica. De forma paralela, Fepamic continuará trabajando en el programa de asistentes personales, para mejorar la autonomía de las personas con discapacidad.

Para Rodríguez, «Fepamic es un referente en ofrecer oportunidades de empleo y en posibilitar la realización de las personas con discapacidad, que ganan autonomía y mejoran su calidad de vida a través del empleo. Nuestra entidad contribuye al mantenimiento económico y social de muchas familias y con ese reto vamos a seguir trabajando cada día con más ilusión».