En plena campaña de solicitud de ayudas de la Política Agraria Común (PAC), en la que Córdoba recibirá alrededor de 300 millones de euros de fondos comunitarios, el campo cordobés se encuentra inmerso en la incertidumbre de los bajos precios asentados en el olivar y los cítricos, fundamentalmente, pero también por el seco invierno que se está registrando y que comienza ya a generar gran preocupación en los agricultores por la paralización de algunas labores agrarias, pero también por la necesidad de regar producciones como los ajos o los efectos que puede provocar en la próxima cosecha y en la ganadería.

La lonja de la Cámara de Comercio sitúa el precio para la naranja de la variedad salustiana en su valor más bajo, 0,08 euros por kilogramo, mientras que hace un año estaba a 0,21 euros. En el caso de la variedad lane late, la cotización más baja es de 0,10 euros, cuando hace un año llegaba a 0,31. Es decir, el valor se ha reducido un 61,9% y un 67,7%, respectivamente, lejos de los costes de producción que se estiman en 0,15 euros.

En el caso del aceite de oliva, el virgen extra cotizaba la semana pasada a 2,41 euros por kilogramo, el precio más bajo desde el 2014 y más de un euro por debajo que hace un año, cuando estaba a 3,46 euros. Las demás categorías también han seguido la tendencia bajista, con el virgen a 2,15 euros y el lampante cerca de perder ya la barrera de los dos euros: cotizaba a 2 euros por kilo la semana pasada. Si en la naranja las cotizaciones se han venido abajo por la entrada de producciones de otros países, en el aceite de oliva está existiendo un movimiento especulativo por parte de los compradores, que aprovechan una buena campaña de producción en España (hasta enero se habían obtenido 256.207 toneladas en Córdoba) y la necesidad de vender producto por parte de cooperativas e industrias para hacer frente a los costes de la recolección. No está influyendo, como se podía esperar, la baja producción de otros países. Ante esta situación, la Junta reunirá este viernes al Consejo Andaluz del Olivar.

Preocupante comienza a ser la situación del campo por las reducidas precipitaciones registradas durante este invierno. La Confederación del Guadalquivir recoge que en el actual año hidrológico se han contabilizado hasta final de febrero un total de 265 litros por metro cuadrado, lo que supone un 35% menos de lo que es habitual en este periodo en los embalses situados en la provincia de Córdoba, cuya media es de 403 litros por metro cuadrado. Las mayores precipitaciones desde el 1 de octubre se han dado en el embalse de Retortillo (334,8 litros), seguido de Guadanuño (295,5), Breña (292,1) y Bembézar (290,5). Pese a este descenso de lluvias, los embalses se mantienen claramente por encima del nivel en el que estaban hace un año. En la actualidad, Córdoba acumula 1.758,6 hectómetros cúbicos, encontrándose al 51,5% de su capacidad. Hace un año estaban al 37,2% al almacenar solo 1.271 hectómetros cúbicos. Esta falta de precipitaciones, que ha acelerado la recogida de aceituna pese a iniciarse más tarde, está provocando retrasos en labores de siembra y está haciendo necesario el riego de algunos cultivos. Además, los pastos se están desmejorando rápidamente.