El sector hostelero relacionado con las celebraciones y, en especial, con las bodas en Córdoba, no vive su mejor momento. Después de tres meses de parálisis total debido al estado de alarma y el confinamiento forzoso, las celebraciones de este tipo de eventos, en los que suelen reunirse un número importante de invitados, en muchas ocasiones procedentes de distintas ciudades o países, siguen sin arrancar debido a las limitaciones y al miedo a los contagios.

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Desde que la actividad relacionada con el ocio nocturno empezó a recuperarse, los salones de bodas han vuelto a abrirse al público aunque el número de eventos que se han celebrado hasta ahora es muy minoritario. Rafael Sanmiguel, portavoz del sector en Hostecor, asegura que «las bodas que se han llevado a cabo en Córdoba desde que se levantó el estado de alarma no llegan a representar un 10% de las que se habrían hecho en condiciones normales». El formato de las que se han realizado dista también mucho de las que tenían lugar antes de la pandemia. «Tanto las escasas bodas como las comuniones que se han llevado a cabo en los últimos meses son de formato muy pequeño». Si se trata de una comunión, no superan las 50 personas y, en cuanto a las bodas, «han pasado de reunir a unas 250 o 300 personas de pedia a no superar las 150 en el mejor de los casos».

Llevados por la situación económica y sanitaria, los novios que deciden seguir adelante con sus planes están optando reducir al mínimo el número de invitaciones, «algo que hemos notado especialmente desde que surgió el brote relacionado con una discoteca de Córdoba», asegura San Miguel. En esta coyuntura, la facturación de los salones de boda ha caído «en un 95% respecto a un año normal», destacan desde Hostecor.

En este momento, la vista está puesta «en septiembre», un mes habitualmente de muchas celebraciones nupciales que este año concentra hasta la fecha un número importante de las bodas que se han pospuesto durante los meses pasados. «Todo va a depender de lo que ocurra en agosto y de la evolución de los rebrotes porque hay mucho miedo en la población y la gente está muy pendiente».

Las condiciones establecidas para la organización de banquetes nupciales no está reglamentada expresamente, según Hostecor, por lo que las empresas afectadas en Córdoba han decidido asumir la misma normativa publicada en el BOJA del 18 de julio que rige la actividad de los locales de ocio nocturno. «Antes de la epidemia, las bodas más grandes podían ser de hasta 500 personas, pero eso ahora es inviable, ya que el máximo permitido es de 300 en exterior y de un 75% del aforo si se celebra en interior». Según San Miguel, las que se han servido en su salón «han sido de entre 70 y 110 personas máximo». Durante el banquete, los invitados, a los que se toma la temperatura y cuyas identidades quedan recogidas en un registro sanitario por si se produce algún brote que obligue a rastrear, deben llevar obligatoriamente la mascarilla puesta en los traslados y uso de aseos, si bien se la pueden quitar cuando están sentados en sus mesas. El horario de cierre se ha reducido a, como máximo, las cinco de la mañana, se han instalado dispensadores de hidrogel y, al igual que en los locales de ocio nocturno, no existe pista de baile y en su lugar, se instalan mesas a las que los camareros sirven las copas durante el tiempo de barra libre porque tampoco está autorizado que existan barras como tal.

Tras un año de pérdidas importantes, los salones que resistan a esta crisis prevén un 2021 «muy bueno, ya se están reservando fechas, adelantadas incluso desde el mes de marzo».

"Hay empresas que operan sin licencia"

La asociación de Hosteleros de Córdoba (Hostecor) ha denunciado la existencia de empresas que están operando ofreciendo servicios de celebraciones con cátering de forma ilegal en Córdoba, sin contar con licencia de actividad o apertura. Según la patronal cordobesa, «no tienen aforo reconocido por lo que las limitaciones establecidas de aforo no se aplican tampoco, ni se controlan otro tipo de medidas de seguridad». El portavoz de Hostecor cita como ejemplo la fiesta celebrada «en la hacienda S´cultura antes de la discoteca Babylonia, que no tiene licencia de apertura de Urbanismo y sobre la que no se ha dicho nada». Según indican, «se ha denunciado el caso a Urbanismo y no responden».

Solo 33 bodas desde marzo en el Ayuntamiento

El número de bodas civiles celebradas en el Ayuntamiento desde que se declaró el estado de alarma hasta ahora «ha caído drásticamente» y desde mediados de marzo hasta ahora, solo se han oficiado 33 cuando la media mensual en un año normal supera las 200. El estado de alarma obligó a suspender las celebraciones durante dos meses y se reanudaron el pasado 13 de mayo, pero «cada día recibimos cancelaciones», señalan fuentes municipales. En el ámbito eclesiástico, la situación es similar. Según el párroco de la Trinidad, «hemos celebrado muy pocas y la mayoría, unas se han suspendido y otras se harán a partir de septiembre».