La declaración de la exsecretaria general de la Unión de Mujeres Empresarias de Córdoba (UMEC), María Auxiliadora Figueras, abrió ayer el juicio contra ella y la expresidenta de la entidad, María Fernández Pino, por apropiación indebida. Figueras aseguró, a preguntas del fiscal y de las acusaciones particulares, que «no manejaba el dinero» de la UMEC, y que no tenía ninguna responsabilidad sobre la contabilidad y las finanzas de esta asociación. De hecho, inquirida por el ministerio público, se declaró «totalmente inocente» del delito de apropiación indebida, en un proceso que será largo y que tiene previsto diez días de vistas; la siguiente, hoy por la mañana. La exsecretaria general aseguró que, desde que asumió el cargo en el año 2002, hasta el 2006, «había muy pocos fondos pero mucha actividad, por lo que tanto María Fernández como yo tuvimos que poner dinero de nuestro bolsillo». Sobre las sospechas del sobresueldo mediante dietas y gastos de desplazamiento, Figueras aseguró que ella tenía un sueldo «como secretaria general», ya que «trabajaba muchas horas al día en las gestiones de la asociación». Fernández Pino, según Figueras, no cobraba un salario, pero sí dietas por diversos gastos. A partir de 2006, según Figueras, «comenzaron las tropelías». Fue entonces cuando, según explicó, exigió a la expresidenta que justificase con facturas las dietas, momento en el que comenzaron a presionarle para que dimitiese, lo que hizo en 2007.