La llegada del AVE y la edificación de una moderna estación ferroviaria favorecieron el desarrollo de una nueva filosofía urbanística en Córdoba. Con la construcción del Vial Norte y el soterramiento de las antiguas vías se ponía punto y final a la brecha física e histórica que separaba las partes norte y sur de la ciudad y a la vez se conseguía hacer más fluida la comunicación entre el este y el oeste.

Junto a una nueva configuración de los barrios que ya existían por aquel entonces en ambas márgenes de la vía férrea, se fueron dibujando nuevas parcelas. En aquellos suelos nacieron algunos de los nuevos barrios de Córdoba, entre ellos Arroyo del Moro.

Situado en el centro geográfico del distrito Noroeste, este barrio comenzó a levantarse a finales del pasado siglo, pero fue a principios de la década de los 2000 cuando, al calor de un nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), empezó a despuntar.

Arroyo del Moro es una de las zonas de la ciudad que mayor cambio ha experimentado en los últimos años y uno de los lugares de residencia que más éxito ha tenido entre la población. Solo hay que contemplar las cifras para comprobar cómo, en una década, el número de residentes en esta zona ha ido creciendo de manera exponencial.

Así, en el 2005, fecha en la que se entregaron algunas de las nuevas promociones de viviendas, el número de personas censadas en el barrio ascendía a 5.548. Dos años más tarde la cantidad se elevaba a los 7.244. En el 2011 los residentes ya sumaban 9.629 y en la actualidad la cifra de censados ronda las 14.000 personas.

La estructura de la gran mayoría de los residenciales es de manzanas cerradas con piscina y equipamientos deportivos, lo que ha atraído a un buen número de familias jóvenes con niños pequeños que buscan un lugar tranquilo para vivir, según el presidente de la Asociación de Vecinos Arroyo del Moro, Antonio Zamora.

«Cuando yo llegué aquí a vivir, en el año 2005 -explica Zamora- había aparcamiento por todos los lados, pero hoy eso se ha acabado, porque aquí viene toda Córdoba».

Y es que además de las grandes manzanas de urbanizaciones, en las que conviven varios cientos de familias que comparten zonas comunes, Arroyo del Moro cuenta con varias avenidas repletas de lugares de ocio y restauración. Son calles como Isla Fuerteventura, salpicada de bares y terrazas que se distribuyen por sus amplias aceras.

Muchos de estos establecimientos están ubicados junto a zonas verdes y parques infantiles, lo que da cierta autonomía a grandes y pequeños para disfrutar de ratos de esparcimiento «sin miedo a que haya, por ejemplo, un problema con los niños por la cercanía del tráfico».

Y es que una de las características de este barrio es la amplitud, tanto de los espacios públicos como de los viarios, lo que invita a pasear y a vivir con intensidad la oferta de ocio y esparcimiento de la zona.

Los equipamientos

Otra de las cuestiones que ha ayudado a revitalizar el barrio y a darle un nuevo empujón es la construcción de grandes equipamientos que han trasladado diversos servicios públicos a este barrio de la ciudad.

Es el caso del centro de especialidades de salud Carlos Castilla del Pino, inaugurado en julio del 2013, una infraestructura que integra en una superficie de 45.000 metros cuadrados un centro de atención primaria, urgencias y consultas de especialista y al que acuden a diario pacientes de toda la ciudad y también de la provincia.

Junto a este complejo sanitario se encuentra también el Centro Abierto de Iniciativas Ciudadanas, la lonja de Noreña, conocido como «Las Setas», un parque urbano de 12.000 metros cuadrados pensado como lugar de encuentro de la ciudadanía en el que cada semana se coloca un mercadillo que se ha convertido en lugar de referencia comercial para toda la ciudad.

El último gran equipamiento que se ha sumado a esta lista es la Ciudad de la Justicia de Córdoba, un ansiado proyecto que vio la luz a finales del pasado año y que se ha convertido en la gran sede judicial de la ciudad.

El edificio, del que es responsabl la firma holandesa Mecanoo y que se levantado sobre una parcela de más de 12.000 metros cuadrados, es todo un icono de la arquitectura en Córdoba.

El inmueble cuenta con cerca de 51.000 metros cuadrados construidos y en él trabajan diariamente 700 profesionales. A todos ellos hay que sumarles los cerca de 1.000 usuarios que a diario traspasan las puertas del edificio, entre abogados, procuradores, graduados sociales, traductores e intérpretes, peritos, acusados, testigos o agentes de los distintos Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.

El volumen de personas que se traslada cada día a estos despachos y la necesidad de darles los servicios que demandan ha traído consigo la apertura de nuevos negocios en la zona, como supermercados, clínicas veterinarias, cafeterías, academias o guarderías y se prevé que esta tendencia vaya al alza.

Como señaló a Diario CÓRDOBA la consejera de Justicia de la Junta, Rosa Aguilar, el pasado noviembre, la Ciudad de la Justicia «es una infraestructuras de las que hace ciudad y que va a dinamizar la zona».

De hecho, como subraya el presidente de la Asociación de Vecinos Arroyo del Moro, en los últimos meses ha aumentado considerablemente el número de despachos profesionales de abogados o procuradores que han optado por trasladar sus oficinas a este barrio por la cercanía con la sede judicial.

Zamora considera que entre los equipamientos y la oferta de servicios «han puesto el centro de Córdoba» en Arroyo del Moro, a tenor de la amplia oferta de la zona en todos los sectores. Es esa enorme evolución en el número de población residente y visitante y la oferta de servicios la que ha acabado con la sensación que tenían los vecinos en el 2005 de «estar lejos de todas las cosas».

El barrio ha crecido, pero sigue en proceso de expansión y aún quedan proyectos por hacer. Como ejemplo, el pasado enero se dio licencia de obra para construir una promoción de 33 viviendas unifamiliares adosadas, Isla Fuerteventura Residencial, que se levantará en el solar de la antigua Noreñita, junto al centro de especialidades Castilla del Pino. Se trata de un espacio que la Tesorería General de la Seguridad Social, antigua propietaria, vendió a la empresa promotora.

Con todo, en Arroyo del Moro faltan otros equipamientos, como un centro cívico, un mercado municipal o un edificio para centralizar los servicios y delegaciones de la Junta.

Y por lo que se refiere a las demandas vecinales, Zamora señala que en la actualidad están en conversaciones con responsables de Infraestructuras del Ayuntamiento de Córdoba para subsanar algunas deficiencias, como el deterioro de algunos acerados que han levantado los árboles de la zona, la supresión de ciertas barreras arquitectónicas, la mejora del tráfico y del aparcamiento, que en algunas calles estrechas se hace más complicado, o la mejora de las salidas y entradas al barrio, que en ocasiones provoca tapones en la circulación.