La Gerencia Municipal de Urbanismo ha dado aviso a 28 establecimientos de la calle María la Judía y de varias zonas del entorno de la muralla (Puerta Sevilla, calleja de la Luna y San Basilio, principalmente) para que recojan, una vez que cierren, todo el mobiliario que habitualmente dejan apilado en la vía pública (desde sillas a mesas, pasando por pies de sombrillas), algo que expresamente prohibe la ordenanza reguladora de veladores. En concreto, se trata de 18 establecimientos de la concurrida calle María la Judía y una decena en el casco histórico, en zonas cercanas a la muralla histórica.

Como ya se ha hecho en actuaciones similares iniciadas por el Ayuntamiento de Córdoba en esta materia, los hosteleros responsables de estos bares tendrán ahora un plazo de unos días para acatar la resolución y, de no hacerlo, se llevará a cabo la retirada del mobiliario nocturno por parte de agentes de la Policía Local. Llegado este extremo, los hosteleros deberán abonar el coste de la retirada y traslado de estos enseres y, en su caso, la sanción correspondiente que fijara Urbanismo.

No es el primer aviso que la Gerencia de Urbanismo da a los hosteleros de la ciudad para que cumplan con su obligación de recoger el mobiliario nocturno según recoge la normativa municipal. Esta misma actuación se realizó hace unas semanas en la plaza de la Corredera, San Hipólito, la Ribera y el Bulevar del Gran Capitán. En aquella ocasión, entre el aviso de la administración local y la retirada del material a quienes seguían dejándolo en la calle tras el cierre de sus establecimientos transcurrió algo más de un mes.

POLÍTICA DE REORDENACIÓN // Estas actuaciones entroncan con la política de reordenación del espacio público emprendida por el presidente de Urbanismo y primer teniente alcalde, Pedro García, empeñado en poner fin a la jungla de veladores en algunas zonas de la ciudad y que le ha valido ya más de una polémica y el enfrentamiento con una parte de este sector, además del aplauso de quienes reclaman más espacio para el peatón.

La ofensiva se inició el pasado mes de abril con la aprobación de dos decretos para el casco histórico relacionados, por un lado, con el mobiliario nocturno, que la ordenanza obliga a recoger al cierre de los establecimientos; y por otro, con la retirada inmediata de veladores si el hostelero carece de licencia para tenerlos. Poco después de la aprobación de esos decretos, la Gerencia de Urbanismo aprobó una nueva resolución para limitar el ámbito de las terrazas, así como un protocolo de actuación. A principios de verano se impulsó otra resolución en la que se señala que el ámbito de actuación no será solo del casco histórico sino de todo el término municipal, siempre que se haga con criterios justificados. En ese sentido, se establecieron nuevas zonas como María la Judía, la plaza del Chimeneón, la avenida del Aeropuerto, Antonio Maura y la avenida de Barcelona. Paralelamente, se han ido delimitando zonas con preferencia peatonal y acumulación de veladores como la calle La Plata, San Hipólito, el Bulevar de Gran Capitán y los ejes de Jesús María-Agrupación de Cofradías y Morería-Historidador Díaz del Moral.