Cristina Lobillo, jefa del gabinete del comisario europeo de Acción por el Clima y la Energía, Miguel Arias Cañete, sostuvo ayer en Córdoba que Europa logrará en el 2050 producir el 100% de energía limpia y para el 2030 está previsto que se alcance el 50%. «No es una utopía que Europa produzca el 100% de energía limpia en el 2050, ni que se reduzca al 20% la emisión de dióxido de carbono para el 2020, es decir en tres años», aseguró Cristina Lobillo.

Su presencia ayer en Córdoba responde a la invitación de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO) para dar la conferencia El futuro de la energía en la UE. Claves para un desarrollo sostenible’.

Las perspectivas inmediatas con las que trabaja el comisario europeo de Acción por el clima y la energía son que dentro de tres años Europa pueda tanto producir como consumir el 20% de energía limpia. Para lograr este objetivo las claves son -en su opinión- las energía renovables, trabajar con los dueños del mercado de la electricidad y los consumidores. «Es imprescindible una mayor participación de los consumidores en el tema de la energía limpia. Deben de decidir qué tipo de energía van a consumir y a qué precio», planteó esta responsable del comisario europeo.

La Unión Europea, en su objetivo de descarbonización y tras su compromiso con el Pacto de París de 2015, se marcó que en 2030 la media de producción de los 28 países miembros llegase a ser en un 50% energía limpia, recordó Cristina Lobillo.

«Las bases de la legislación para ello ya están siendo debatidas tanto en el Parlamento Europeo como en el Consejo», mientras que «se ha rediseñado el mercado común para facilitar la entrada de las energías renovables al sistema».

Según esta experta, Europa cuenta ya con todo el marco legal para que sea posible en el horizonte 2020-2030 y, además se aborda tanto la producción y emisión como también el consumo en los transportes y edificios.

Respecto a la pobreza energética que padece gran parte de la población europea, que no puede hacer frente al pago de las compañías eléctricas que gestionan la energía , Cristina Lobillo precisó que se están introduciendo disposiciones específicas y medidas concretas para paliar en la medida de los posible esta problemática social. Respecto a las compañías eléctricas aseguró que «están sujetas a las leyes de competencia, que se gestionan mediante otro procedimiento» pero que, por el momento, la Unión Europea conoce el estado de cada país miembro desde un observatorio.

Para Lobillo, la pobreza energética está muy vinculada a la política social y, por el momento, la definición de población vulnerable a esa pobreza energética varía mucho de un país a otro.

También apuntó que hay grandes diferencias entre países. Por ejemplo, Dinamarca cuenta con políticas muy avanzadas y un 70% de energía limpia frente a Polonia o Bulgaria, que se encuentran más atrás.