El rector de la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), Eugenio Domínguez, dejará el cargo en las próximas semanas, según confirmó ayer a este periódico, casi un año después (tiene 71 años) de la fecha marcada para la jubilación forzosa. «Mi mandato acaba en septiembre, pero he visto conveniente poner en marcha el proceso para el nombramiento de mi sustituto», explicó Domínguez, deseoso de pasar «un verano tranquilo». A diferencia de otras universidades, el cargo de rector de la UNIA no se elige en un proceso electoral, por lo que próximamente Domínguez hará efectiva su renuncia, de la que dará traslado al Consejo Andaluz de Universidades. «Antes de eso tengo pendiente asistir al patronato que deberá aprobar las cuentas y la liquidación del presupuesto, un trámite que creo debo cerrar antes de irme», señaló.

Aunque Domínguez aseguró no haber sido informado hasta el momento sobre quién lo relevará al frente de la UNIA, lo cierto es que el nombre del exconsejero de Economía, Innovación, Ciencia y Empleo, José Sánchez Maldonado, el mismo que propusiera en su día a Eugenio Domínguez para ocupar este puesto, suena como candidato a rector desde que salió del gobierno de Susana Díaz. «Yo desconozco quién será y tampoco tengo nada que decir al respecto, pero si es él, me parecerá estupendo», indicó el todavía rector de la UNIA.

Pese a que debería haberse jubiado el año pasado con 70 años, jubilación forzosa aplazada por un dictamen del Consejo Consultivo de Andalucía, que le dio la autorización para finalizar su mandato, que empezó en octubre del 2013, Eugenio Domínguez no tiene pensado desligarse por completo de la Universidad. «Soy profesor emérito de la UCO y tengo un grupo de investigación, así que seguiré dando clases que es algo que me apasiona», aclaró el rector. En cuanto a su paso por la UNIA, Domínguez se mostró satisfecho de las metas alcanzadas. «Creo que he cumplido la mayoría de los objetivos que se me plantearon desde el Patronato, la Consejería y la Junta de Andalucía», señaló, «para lo que he gastado más energía de la que en su día había imaginado que necesitaría». Pese a su satisfacción, deja algunas cosas en el tintero. «Siempre quedan cosas, me hubiera gustado acometer la reforma de los estatutos y adaptar algunas de las zonas más complejas de esta universidad para que en el 2018 que entra en vigor la normativa sobre universidades se hubiera hecho, pero no me ha dado tiempo».