-¿Qué es lo más positivo que extrae de la situación que estamos viviendo con el coronavirus?

-Desde el reconocimiento de la labor de la sanidad pública, de todo su personal, hasta las muestras de solidaridad colectiva en cualquier municipio de nuestro país... Es lo más positivo y una muestra incuestionable de la capacidad de resistencia de nuestra sociedad.

-¿Qué enseñanza tenemos que obtener de lo que está pasando?

-La fragilidad de nuestra vida es irrefutable. A pesar de la tecnología o de nuestra capacidad económica, nos hemos dado cuenta de que somos enormemente vulnerables a una pandemia, y da igual que vivamos en Europa o en América, la debilidad para enfrentarnos a ella es universal.

-¿Qué cuatro acciones concretas adoptará una vez que finalice el estado de alarma?

-Primero, vamos a solicitar un gran acuerdo local para planificar a medio y largo plazo las líneas de trabajo, todo ello tras una evaluación de la situación social y económica, a modo de plan estratégico de recuperación municipal. Además de ello, hay que seguir con un incremento de la inversión social a través de mecanismos que contribuyan a paliar las necesidades básicas de la ciudadanía. Desde luego, tenemos que poner en marcha un plan de inversiones de dinamización de la economía local a través de obras de pequeño tamaño y seguir implementando medidas preventivas para atender posibles contagios de esta o de otras enfermedades, incluyendo dotación suficiente de equipos de protección para la ciudadanía y servicios básicos.

-¿Cómo debe contribuir la iniciativa pública y la iniciativa privada para remontar la situación?

-En ambos casos, debemos realizar un esfuerzo máximo de manera coordinada para explosionar la economía. Una vez que se disponga de una vacuna eficaz contra el coronavirus debemos poner todos los recursos posibles, públicos y privados a disposición de la reactivación de la economía a nivel global. Y todo ello, sin perder de vista a las personas vulnerables que había y que quedarán tras el estado de alarma. Esto último debe ser una premisa inexcusable.