Ambulancias Córdoba cuenta con una plantilla de 160 técnicos de emergencias sanitarias que durante la pandemia se han encargado de realizar cientos de traslados de enfermos covid para su atención urgente en el hospital Reina Sofía.

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Moisés Melero, casado con una auxiliar de geriatría e hijo de profesionales sanitarios, ha vivido muy de cerca el impacto que tiene el coronavirus, sobre todo en las personas mayores, y ya se prepara para lo que está por venir. «Este otoño va a ser muy duro, cuando empiece la época del frío, cualquier persona que tenga un resfriado o una gripe con fiebre y tos pensará que tiene covid y se sucederán los traslados y las cuarentenas preventivas, aunque den negativo en el test, lo peor aún está por llegar», afirma convencido.

Padre de dos niños, este año ha renunciado a irse de vacaciones con la familia por responsabilidad. «Los dos trabajamos con mayores y no queríamos poner en riesgo a nadie, así que cancelamos las vacaciones por el covid, por un año que nos quedemos en Córdoba no pasa nada», señala sin dudar.

Preocupado por los datos de contagios, cree que hay mucha gente que sigue sin ser consciente del riesgo de la enfermedad y otros que no asumen la responsabilidad de contagiar a otros. Afortunadamente, en esta pandemia no ha visto morir a nadie en su ambulancia, pero «he visto mayores muy enfermos, sobre todo, cuando me ha tocado ir a las residencias, a los que dejaba en el hospital convencido de que ya no saldrían de allí», explica con semblante serio.

«El uso de las mascarillas, el hidrogel o la distancia de seguridad no es un capricho, es fundamental para no sentenciar a muerte a tus padres o tus abuelos, que quizás tengan alguna enfermedad crónica que les hace vulnerables en contacto con el covid mueran».

A día de hoy, el número de traslados por coronavirus ha bajado considerablemente porque la mayoría de los nuevos contagios se están dando entre personas más jóvenes. Sin embargo, «sigue habiendo mayores afectados y no están en mejores condiciones, la enfermedad no se ha ido, una pandemia no pasa al menos hasta año y medio o dos años», sentencia.