Las asociaciones de familias acogedoras, que en Córdoba están representadas por la asociación Mírame, se han consolidado recientemente como una federación a nivel autonómico con el fin de unificar sus reivindicaciones y mejorar desde su posición la defensa de los derechos de los menores acogidos. Una de sus principales demandas es la aprobación del estatuto de familia acogedora, cuyo borrador de 30 páginas fue trasladado a la Consejería de Igualdad y Políticas Sociales en abril del 2018 y sobre el que aún no ha habido respuesta oficial.

La finalidad de ese estatuto es regular los derechos y los deberes de las familias acogedoras así como los apoyos que estas pueden recibir en la guardia y custodia de los niños. Entre los derechos que pretende reconocer figuran el derecho a la información de la familia, a la escucha activa por las instituciones públicas, el derecho a la formación y a contar con un cauce y un protocolo con el que canalizar quejas y sugerencias sobre el acogimiento. Reclaman también, entre otras cuestiones, que se reconozca el derecho de las familias acogedoras a mantener el contacto con los niños cuando dejan de estar con ellos con el consentimiento de la familia biológica o adoptiva.

El estatuto incluye, del mismo modo, una serie de protocolos de actuación en casos concretos (embarazo del menor, enfermedad...) y deberes relacionados con la integración del niño en la dinámica familiar, con su participación en las relaciones con la familia biológica si así se recomienda y con la obligación de mantener la confidencialidad sobre la información que tiene que ver con el menor. Tras el relevo en el Gobierno andaluz, la federación ha solicitado una reunión con la nueva consejera para abordar su tramitación.