Los estanques de la calle Cairuán, una de las más bonitas de Córdoba, que recorre la distancia entre la Puerta de Almodóvar y la estatua de Averroes, llevan vacíos 18 meses. En mayo del 2018, la arquitecta del servicio de proyectos de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Carmen Chacón, y el jefe de la oficina de Arqueología, Juan F. Murillo, enviaron un escrito a Emacsa Emacsaadvirtiendo del «deficiente» estado del foso de la muralla de Cairuán y de que no reunía «las necesarias garantías estructurales y técnicas» para garantizar su estanqueidad, por lo que pedían «encarecidamente» que se evitase la presencia de agua en los estanques.

En aquella fecha, Emacsa, la empresa municipal responsable del mantenimiento de las fuentes públicas de la ciudad, ordenó que se vaciasen los estanques atendiendo a la orden de Urbanismo, pero en principio no desarrolló ninguna actuación encaminada a la restauración del foso ni a la eliminación de las patologías encontradas.

El problema, además, no era solo que hubiese filtraciones de las piscinas, sino que éstas estaban perjudicando, como alerta el informe de Urbanismo, al lienzo de la muralla y a las torres integrados ambos elementos en el BIC de la muralla de la Medina (se trata de un tramo de unos 360 metros, con siete torreones y la Puerta de Almodóvar).

En ese mismo documento, se explica que el detonante del deterioro de este entorno monumental lo provocó una grúa que estaba trabajando en las obras de rehabilitación de la Sinagoga de Córdoba, que ejecutó la Consejería de Cultura hace unos meses. El hundimiento puntual que provocaron los contrapesos de la grúa en el foso fue al parecer el detonante de una situación ya muy delicada de esos estanques, que presentaban múltiples fisuras y arreglos hechos a base de capas de mortero.

Los desperfectos se observaron, además, en los muros de la barbacana, en la contraescarpa del foso y en la muralla misma, apreciándose que «buena parte de las patologías se deben a la acción de la humedad por capilaridad ascendente desde el foso», un problema que ya había sido detectado años atrás como atestiguan fotografías del año 2017.

En el estudio posterior al accidente de la grúa se comprobó que la filtración ha generado una oquedad por la que se podía introducir un brazo, y por la que se filtraba el agua hacia la muralla.

Los actuales responsables de Emacsa, sociedad dirigida por el Partido Popular, se han puesto en contacto con Urbanismo para tratar de dar una solución a este problema que lleva aparcado 18 meses e impermeabilizar el foso para poder volver a llenar los estanques de Cairuán, un rincón muy frecuentado por los turistas.

«La idea es impermeabilizarlo todo, las fuentes y la red de saneamiento que va por debajo para que no se produzcan más filtraciones», explica el gerente de Emacsa, Rafael Carlos Serrano, quien constata la presencia además por esa zona del venero conocido como Esquina Parada, que baja desde la Sierra hasta el Alcázar, y que habría abastecido en un principio los estanques.

La calle Cairuán --rotulada en homenaje a la ciudad tunecina del mismo nombre hermanada con Córdoba-- fue abierta en los años 60, tras eliminar varias viviendas que cerraban el acceso desde el lateral de la Puerta de Almodóvar. Los estanques ahora ornamentales son herederos del arroyo que fluía hasta aquí desde la sierra.