Lleva casi cuatro años al frente de Hostetur, asociación que ve «mucho más sólida» que cuando llegó y con un «sentimiento asociativo» distinto. De hecho, asegura que hay más de 200 socios, «casi el 100% más que cuando la cogimos». El próximo 6 de febrero habrá una asamblea extraordinaria que abordará temas fundamentales para el sector, entre ellos, los veladores. Desde hace tiempo, uno de sus empeños es que haya una escuela de hostelería.

-¿Por qué es tan importante una escuela de hostelería?

-Primero por la necesidad. Los compañeros nos llaman diariamente para pedirnos trabajadores, pero profesionales. Luego están los que vienen llamándose transportadores de platos, pero eso no es lo que necesitamos para el turismo de excelencia que buscamos y para dar ese servicio que queremos. Cuando hablo de necesidades profesionales es el trato al público, con idiomas, con conocimiento del producto y con defensa del mismo, saber qué vino estás vendiendo, cómo ofrecer esos maridajes y esos vinos de la tierra. Si hablamos de la cocina, hay que saber qué producto tienes entre manos y qué tratamiento darle. Córdoba gastronómicamente es un referente en Andalucía. Tenemos producto, profesionales de referencia, recetas y el mejor escenario.

-¿Qué propuesta tiene Hostetur?

-Desde primera hora nos hemos ofrecido a dialogar con el Ayuntamiento, y este es sensible. Hemos tenido muchas reuniones y presentado un plan de viabilidad trabajado y desarrollado por técnicos que estaban en la antigua escuela de hostelería. Tenemos cerrados convenios con el resto del sector y acuerdos con las empresas más importantes relacionadas con la gastronomía y la agricultura. Hemos llegado a pedirle un espacio para montar la escuela con fondos propios o privados. Nos gusta el mercado del Alcázar, que es un espacio de gastronomía, hostelería y formación en mitad del casco histórico. Creo, y es lo que vengo a reclamar, que con los datos de caída de visitantes, con lo que supone económicamente y socialmente el sector, la alcaldesa se tiene que poner a tomar decisiones y liderar este proyecto tan necesario.

-¿Qué plan de trabajo tiene para este año y qué se abordará el 6?

-Uno de los puntos que vamos a tratar en la asamblea es el cambio de nombre porque hay una asociación en la Costa Dorada que tiene el mismo y nos ha pedido que, como lo tiene registrado, no se lo pisemos. Si los asociados así lo votan, volveremos al nombre de Hostecor, que nunca debimos haber cambiado. De la asamblea saldrán las acciones que vamos a tomar para posicionarnos contra las críticas continuas de los vecinos por los veladores. Esperamos estar en condiciones de abrir este año la escuela de hostelería de Añora, que para junio o julio queremos que esté acabada. También está la feria de la tapa, que volveremos a reeditar porque fue un éxito.

-¿Siguen las diferencias con Córdoba Apetece o limaron ya las asperezas?

-Por parte de Hostetur nunca existieron esas diferencias, simplemente no estaban de acuerdo con las decisiones que se tomaron en junta directiva y así lo hicieron ver en un juicio, pero el juez nos dio la razón y eso quita todas las demás dudas.

-¿Por qué hay tanta división dentro del sector?

-Esa sensación se tiene desde hace tiempo, pero el sector está más unido que nunca, inclusive teniendo a los compañeros de Aehcor, que reconocemos como hoteleros, si bien también tenemos asociados de hoteles. Con ellos las relaciones son magníficas y, a día de hoy, las dos asociaciones que representan a la hostelería y hotelería son Aehcor y Hostetur.

-¿Qué impacto tiene el aumento de viviendas turísticas?

-Los compañeros nos transmiten preocupación porque es un turismo que no tenemos controlado, que genera problemas de ruido y de malestar con los vecinos. Si pusiesen en orden todas esas viviendas quizá no necesitásemos una tasa turística, simplemente podrían generar ingresos suficientes para lo que se pide.

-¿Cómo es la relación con Urbanismo?

-Buena, cordial, en tanto en cuanto mantenemos las reuniones de la mesa de veladores, pero tarda mucho en dar licencias y en actuar sobre las medidas y acuerdos adoptados.

-¿Y con Al-Zahara y el Consejo del Movimiento Ciudadano?

-Estamos cansados de ser recurso fácil para salir en prensa. El movimiento ciudadano y vecinal solo ve los problemas de los veladores y hay muchos problemas más graves. Estamos hartos de ser demonizados, de que nos tachen de molestadores oficiales y esta persecución obsesiva no la entendemos. Sinceramente, invito al presidente del CMC y al de los vecinos a que hagan una reflexión, que nuestras terrazas están llenas de ciudadanos y vecinos, que nuestros empleados son ciudadanos y vecinos, nuestros repartidores son ciudadanos y vecinos y nosotros, los hosteleros, somos ciudadanos y vecinos. Por lo tanto, no entiendo esa obsesión persecutoria. Es una auténtica irresponsabilidad levantarse de una mesa de negociación. Cuando mejor nos ha ido a todos es cuando hemos llegado a acuerdos. Y si hay que pedir responsabilidades, se piden, pero levantarse no creo que sea la mejor actitud.

-Pero ustedes se levantaron.

-Sí y es uno de los errores que cometimos y nos dimos cuenta. El sitio donde se puede llegar a un acuerdo bueno para todos es la mesa de veladores.

-¿Qué opina sobre las medidas anunciadas por Al-Zahara?

-Si consiguen dejar como solar el casco o dejar como una zona saturada acústicamente la Ribera, no quiero pensar cuántos negocios tendrán que cerrar y cuántas familias perderán sus puestos de trabajo. Hay que dejar de poner palos en las ruedas a uno de los principales motores económicos de Córdoba. No podemos estar siempre en la misma guerra teniendo un campo de discusión como es la mesa de veladores.

-¿María la Judía, avenida de Barcelona e Isla Fuerteventura son las zonas más problemáticas?

-Tenemos reuniones periódicas en esas zonas, donde se ha avanzado mucho. Llevamos cuatro años pidiendo que se delimiten los espacios de veladores y no sé qué problema hay con el concurso que se dilatan los tiempos. Estamos en contra de los compañeros que incumplen la normativa y hacen competencia desleal.

-¿Cuántas sanciones ha habido?

-Han sido 40 los expedientes abiertos en la avenida de Barcelona, algunos de ellos en el mismo establecimiento, y sancionados puede haber 20 o 25, pero la mayoría son leves. A todos se les está recurriendo la sanción desde Hostetur.

-¿Qué zonas son las más cumplidoras y las menos?

-Las más incumplidoras eran la avenida de Barcelona, María la Judía y calle de La Plata, pero, a día de hoy, pienso que son las más cumplidoras.

-¿Qué opina sobre el decreto de la Junta y cómo van las reuniones con Urbanismo sobre este?

-Hemos tenido un par de reuniones y quedado en hacer mesas técnicas. Nos preocupa porque si se aplica la normativa del ruido, tendríamos complicaciones en muchas zonas. El decreto es subjetivo y depende de cómo cada uno quiera aplicarlo. Hubo mucha polémica con los vecinos porque creen que vamos a hacer conciertos multitudinarios en las terrazas cuando lo único que queremos es, en los sitios cerrados, tener esa posibilidad de hacerlos siempre que se cumpla con la normativa, que es que tienen que estar aislados. Esa preocupación ha sido exagerada. Estamos dispuestos a que esos conciertos se hagan con un orden y criterio. Pero prohibir por decreto no es lógico, no tiene sentido.