La de momento única imputada por la estafa de 400.000 euros a la Gerencia Municipal de Urbanismo ha vuelto a esquivar su declaración ante el titular del juzgado de instrucción número 7 de Córdoba. La declaración que se esperaba fuese hoy debía hacerse a través de videoconferencia, ya que la declarante se encuentra en Madrid, donde fue localizada después de meses de búsqueda. Su letrada ha argumentado que había sido citada ella pero no su clienta, por lo que hoy tampoco se ha producido la esperada declaración.

Se trata de una joven de Mijas (Málaga), que afirma ser modelo, y que había sido citada a declarar por videoconferencia ya en tres ocasiones (dos de ellas desde Málaga y la última desde Madrid), pero que hasta ahora no había podido ser localizada. La joven es, presuntamente, la titular de la cuenta de ING en la que la Gerencia de Urbanismo ingresó el dinero estafado y la que podría haber sacado cantidades de la misma. Desde esa cuenta, además, se habrían hecho transferencias a Rumanía.

La Policía Nacional y posteriormente el juzgado de instrucción número 7 de Córdoba localizaron a esta mujer finalmente en Madrid, donde tendría fijado su domicilio. No obstante, de momento a pesar de que el 13 de enero había sido de nuevo llamada a prestar declaración tampoco lo hizo. Su letrada argumentó la dificultad para que su defendida acudiera a una sede judicial para prestar declaración por los estragos causados por el temporal Filomena en la capital de España, donde ha nevado intensamente en las últimas jornadas.

Este caso se remonta al mes de mayo. Los 400.000 euros estafados correspondían a una certificación de obra de la ronda Norte. La Gerencia de Urbanismo se percató de la estafa cuando la adjudicataria de la obra reclamó dos certificaciones, una de 400.000 euros y otra de 200.000, a pesar de que el organismo autónomo ya había abonado una de ellas en la cuenta de ING. Entonces, la empresa adjudicataria le comunicó que esa cuenta en la que había ingresado el dinero no era suya, por lo que Urbanismo paralizó el abono de la segunda certificación. El pago de los 400.000 euros se había realizado después de recibir un correo en el que alguien, en nombre de la empresa constructora, reclamaba la cantidad e indicaba la cuenta en la que debía hacer el ingreso, adjuntando certificados que habían sido falsificados. Las actuaciones realizadas tras la presunta estafa han permitido que Urbanismo recupere 376.356 euros, pero se baraja la posibilidad de que el resto del dinero haya sido enviado a Rumanía mediante transferencias.