La carrera por la igualdad de hombres y mujeres ante la paternidad está haciendo que el Estado gaste cada vez menos en prestaciones para las madres y más en la de los padres, ampliada recientemente a cinco semanas y a ocho, a partir del próximo 1 de abril. El descenso de la natalidad y la elevada tasa de paro femenino explican esta situación, ya que las prestaciones de maternidad solo se conceden a mujeres que están dadas de alta en la Seguridad Social.

El año pasado, se registraron 4.391 bajas de maternidad, un 0,09% menos que en el 2017, mientras las prestaciones por paternidad aumentaron un 5,76%, pasando de 4.029 a 4.291 en solo un año e igualándose cada vez más a las de las madres. A falta de conocer los datos anuales de nacimientos del 2018, se estima que el año pasado vinieron al mundo unos 6.000 niños (en el primer semestre fueron unos 2.900). En ese contexto, solo el 73% de las madres habrían disfrutado de baja de maternidad, tres de cada diez no. El 71% de los padres disfrutaron también de la baja de paternidad. La baja de maternidad, de 16 semanas ampliable en 2 más en caso de parto múltiple, no se amplía desde 1988.

De esta forma, desde hace una década, la partida dedicada a abonar las prestaciones a las mujeres ha descendido un 23% mientras la de los varones se ha duplicado y la previsión es que vaya en aumento con las nueva ampliación a 8 semanas previstas. En el 2018, las 4.391 bajas de maternidad en Córdoba tuvieron un coste de 19.819.747 euros, un 3,89% menos que el año anterior, con 4.395 prestaciones de este tipo. En el 2008, con 6.270 bajas de maternidad concedidas, de las que solo 73 las percibieron los padres, el gasto ascendió a 25.779.283 euros.

Por su parte, el año pasado se concedieron 4.261 prestaciones por paternidad (hasta julio, de solo 4 semanas) que supusieron un gasto de 5.956.404 euros, un 22,34% más que el año anterior. Hace diez años, con un volumen de nacimientos muy superior (en torno a 9.000), se concedieron 4.391 prestaciones de paternidad que supusieron 2,8 millones. El gasto destinado ese año a prestaciones de paternidad ascendió a 2.805.572 euros. En ese momento, el padre podía optar ya por disfrutar parte del permiso concedido a la madre al mismo tiempo que ella o a continuación salvo las seis primeras semanas de descanso obligatorio para la madre. Actualmente, las cuatro primeras semanas de baja paternal se deben disfrutar obligatoriamente de forma ininterrumpida (ya sea desde el nacimiento o inmediatamente después de que finalice la baja de maternidad de la madre) y la quinta se podrá disfrutar o bien de forma sucesiva a las cuatro primeras semanas de baja o en cualquier otro momento. Se espera que el 1 de abril entre en vigor el permiso de 8 semanas.