Aún sin nombre, un cuarto de siglo después desde que fuera inaugurada, el 9 de septiembre de 1994, la estación del AVE de Córdoba se ha convertido en un nudo de comunicaciones por la que pasaron, el pasado año, más de 1,8 millones de pasajeros, al tiempo que fue clave en la transformación urbanística de Córdoba, un icono de la zona liberada por el soterramiento de las vías del tren.

Hoy se cumplen 25 años de aquella inauguración que se convirtió en un acto político y social sin precedentes, en el que tuvo el papel protagonista el rey Juan Carlos I, que fue aclamado por miles de cordobeses durante su visita a las instalaciones. El Rey, cuando fue invitado al acto, pronunció una frase que se ha recordado en más de una ocasión para mostrar la atracción que ejerce este ciudad: «¿A Córdoba? Encantado». Y aquí llegó a las 18.50 horas en un avión procedente de Palma de Mallorca, siendo recibido en la puerta oeste del edificio de viajeros por el entonces ministro de Obras Públicas, Josep Borrell; el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, y el alcalde de Córdoba, Herminio Trigo. El monarca descubrió una placa conmemorativa del acto y recorrió las instalaciones, hasta que a las 20.15 horas emprendió su regreso a Mallorca.

La construcción del edificio, de 8.000 metros cuadrados y cinco plantas, ubicado dentro de las 50 hectáreas de los terrenos liberados de Renfe, se convirtió en la obra más importante del siglo XX y dio lugar al inicio de la mayor transformación urbanística de la ciudad. Su inauguración llegó dos años después de lo previsto. Parte del retraso se debió al hallazgo del yacimiento arqueológico de Cercadillas, en los terrenos que hoy ocupa la terminal, una excavación de gran valor histórico que fue destruida en parte por las obras de la nueva estación, aunque se conservó un área situada hoy en los aparcamientos del complejo ferroviario.

Pero el apeadero de trenes de Córdoba, en la plaza de las Tres Culturas es, además, una estación de premio. Es obra de cuatro afamados arquitectos: Gabriel Rebollo, José Miguel Asensio, Ángel Rebollo y Jorge Benítez. Y en 1998 recibió un premio de la Unión Internacional de Ferrocarriles, dentro de los Premios Internacionales Brunel, en la categoría de diseño a la mejor estación grande de nueva planta. El diseño de Córdoba obtuvo el galardón entre las 198 propuestas presentadas por 17 países.

El edificio, concebido para que la alta velocidad llegara a Andalucía, sustituyó a la antigua estación, hoy reconvertida como sede de la RTVA, de la Asociación de la Prensa de Córdoba y de un conocido local de hostelería. Pero la alta velocidad llegó dos años antes, con los fastos de la Expo 92, y durante algo más de 24 meses los apeaderos de la vieja estación, construida en 1859, fueron el comité de bienvenida del AVE. Con la apertura, el pasado 29 de junio, de la línea AVE hasta Granada, con 8 trenes diarios que prestan servicio entre ambas ciudades, la estación central ha convertido a la ciudad en la de mayor número de conexiones de alta velocidad ferroviaria de Andalucía. Si en 1994 circulaban a diario 20 trenes AVE, hoy, en cualquier día laborable, 78 trenes AVE llegan o salen de la estación cordobesa.

Los servicios de alta velocidad-larga distancia que Renfe ofrece con origen o destino en Córdoba fueron utilizados por 1.868.000 viajeros el año pasado, un 3,8% respecto a los datos del 2017, según la información proporcionada por la operadora ferroviaria.