Juan lleva en la hostelería más de media vida y 30 años al frente de La Cabaña, el bar-estanco ubicado en la Plaza de Santa María de Trassierra que en la actualidad es el más antiguo de la barriada.

Su padre, que a sus 96 años es probablemente el vecino con más edad de la vieja villa, se hizo con el estanco y negocio del Paraíso, un local cercano que cerró en los 70 y abrió las puertas de la actual Cabaña. Allí puso un teléfono de baquelita y hasta este establecimiento se desplazaba todo el mundo a realizar o recibir llamadas en una época en la que este invento era un lujo en los hogares.

Después Juan se haría cargo del establecimiento, primero como restaurante y hoy dedicado, además de a la venta de tabacos, a servir desayunos y tapas frías a mediodía.