De pasión privada a espectáculo para multitudes y negocio global. El fenómeno de los esports se expande de un modo imparable, abriendo las puertas a vías de negocio que alcanzan cantidades estratosféricas. No parece probable, más bien todo lo contrario, que esta tendencia remita en los próximos años. De hecho, los avances tecnológicos dan una nueva dimensión a una actividad que tradicionalmente se asociaba a los adolescentes pero que ya trasciende a las generaciones.

¿Qué son los esports? No se trata simplemente de partidas de videoconsolas. El juego debe permitir el enfrentamiento entre dos o más contrincantes -descartando los que no sean multijugador- y la competencia debe llevarse a cabo en igualdad de condiciones. Deben, además, de existir competiciones oficiales regladas y ligas organizadas. La entrada de empresas y patrocinadores hace el resto: la LVP (Liga de Videojuegos Profesional), la Superliga Orange o la ESL Masters España son claros ejemplos de iniciativas profesionalizadas. La cadena de la expansión continúa con la creación de demanda informativa cuando las cifras de practicantes -y espectadores- suben sin parar. Existen plataformas que ofrecen el seguimiento de competiciones en streaming -Twitch, del gigante Amazon, es la más famosa-, aunque también ha resultado clave la entrada de cadenas privadas como Movistar TV, que ha lanzado programas exclusivos a través de su canal GolTV. El universo de los esports parece infinito.

Según la Asociación Española de Videojuegos (AVI), los esports generaron el último año en España 14’5 millones de euros y se espera un crecimiento de un 32’5% de aquí a 2021.

LA MARCA CÓRDOBA // ¿Y qué posición ocupa Córdoba dentro de los esports? Al tratarse de una actividad on-line, con practicantes de modo simultáneo en cualquier lugar del mundo, el desafío es elevar el poder de la marca. En este caso, de Córdoba. «Puedes tener un equipo con el nombre de la ciudad con jugadores que estén en otras distintas», subraya Villarrubia, responsable del Battle Gamers, que ve una vía importante en la «entrada de patrocinadores» que «apuesten por dar visibilidad» al nombre de Córdoba en un escenario global. Así lo ha hecho el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad, que ha recogido el testigo que en su día tuvo el Córdoba CF con una sección de esports que tuvo una vida efímera.

El Battle Gamers es un centro de cantera para el nuevo equipo, que puede «detectar jugadores con cualidades para incorporarlos», según recalca Rafael Villarrubia.

LA APUESTA DEL FUTSAL / El único club de la capital cordobesa que compite en una máxima categoría profesional, el Córdoba Futsal Patrimonio de la Humanidad, ha lanzado una nueva línea dentro de su estructura. Desde este mes de febrero cuenta con un equipo de esports que participará en la EAS (Esports Amateur Series), concretamente en las modalidades de League of Legends, FIFA (1vs1, en la competición organizada por la RFEF), Rocket League y Sim Racing, no descartando en un futuro no muy lejano incluir la de NBA2K.

Juan Antonio Romera, coordinador de los equipos de esports, recalca el «paso adelante» que supone el integrar el deporte convencional y el virtual por parte de los clubes profesionales. «No podemos olvidar que determinadas competiciones de videojuegos tienen hoy día ya más audiencia que muchos deportes tradicionales», indica.