Entre las tradiciones navideñas más extendidas se encuentran la instalación del belén y la celebración de una gran comida o cena en familia, normalmente en las jornadas de Nochebuena o Nochevieja, en la que los platos suelen ser más suculentos, variados y abundantes de lo habitual, aunque lo verdaderamente importante no es la comida, sino compartir momentos de alegría en el seno de un hogar. Un espíritu navideño con el que también se puede seguir contribuyendo a erradicar el sinhogarismo en Córdoba, como lo está demostrando durante estas fechas Cáritas Diocesana de Córdoba, no sólo con la organización la pasada semana de un concierto de Diana Navarro en beneficio de esta entidad, con la llamada a todos «a salir al encuentro de aquellos que más lo necesitan, las personas sin hogar y en riesgo de exclusión», sino también, y mucho más importante, haciendo que estas personas celebren la Navidad disfrutando de las tradiciones más comunes para la mayoría.

Entre estas iniciativas, unas 80 personas entre mayores de 60 años en riesgo de exclusión del hogar residencia San Pablo y usuarios sin hogar de la casa de acogida Madre del Redentor de Cáritas en Córdoba tuvieron este sábado la oportunidad de disfrutar de una gran fiesta de Navidad con un menú elaborado por los reconocidos chefs cordobeses Kisco García y Celia Jiménez, que, mediante la preparación de un suculento menú navideño que en parte elaboraron y sirvieron en el hogar San Pablo (barrio de Fray Albino), colaboraron con esta entidad -y Supermercados Piedra que donó los productos necesarios-, para aportar a estas personas un poco de alegría y dignidad, dándoles la oportunidad de degustar en familia un auténtico menú de estrellas Michelin compuesto por una carrillera con patatas duquesa y aceite de oliva virgen extra, un rape con espinacas cremadas y un pil pil con las pieles, y merengue al horno con crema pastelera a los postres.

Todo ello con música en directo, a cargo de la escuela Yo Canto, que dirige Manuel Ruiz Queco, en una jornada a la que tampoco le faltó su belén viviente, protagonizado por trabajadores y propios usuarios de este centro. En la fiesta también participó el Obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, que bendijo el belén instalado anteriormente en este hogar.

En definitiva, y como señalaba Cáritas Diocesana de Córdoba en sus redes sociales, «una jornada inolvidable, que nos recuerda que la Navidad es, ante todo, el tiempo de una esperanza que se cumple». Y que con las tradiciones navideñas también se puede contribuir a erradicar el sinhogarismo, proporcionando la protección y respaldo de un hogar.