Dijimos que 2018 iba a ser un año preelectoral y, sin duda, la situación se va acalorando. Esta misma semana, aunque el viernes quitara hierro al asunto el teniente alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, hemos visto cómo los socios que sustentan el gobierno en Capitulares, PSOE e IU, se han tirado de los pelos a cuenta de la Semana Santa. Con los meses, la situación irá a más. Lo normal de la política. Pero mientras esto ocurre, hay dos infraestructuras cruciales para la ciudad empantanadas por circunstancias similares y cuya ejecución podría suponer un importante galón en la hoja de servicio del gobierno local: el Centro de Exposiciones, Ferias y Convenciones de Córdoba y la Normal de Magisterio. Mientras corre vertiginosa la cuenta atrás del reloj electoral (quedan 14 meses para las elecciones municipales), ambos proyectos se encuentran bloqueados por las desavenencias entre las empresas adjudicatarias y el Ayuntamiento.

En el caso de La Normal, el primer teniente de alcalde y presidente de la Gerencia Municipal de Urbanismo, Pedro García, ha responsabilizado siempre al gobierno local del PP de esta situación y de haberla «adjudicado mal» y con «una baja temeraria importante». La obra está concluida en un alto porcentaje (entorno al 95%), pero quedan, según el Ayuntamiento, deficiencias relativas sobre todo a la seguridad del edificio y, hasta que eso no se solvente, no podrá recepcionar la obra.

¿Cómo se llega hasta aquí?

Los problemas entre la constructora Vías y Construcciones y el Ayuntamiento surgieron a las primeras de cambio. Siendo aún alcalde José Antonio Nieto hubo que acudir a los tribunales porque la empresa paró de trabajar. ¿El motivo? Las diferencias entre ambas partes por el coste de la transformación del inmueble, que ascendía a 4,9 millones, después de que la empresa rebajara 740.000 euros respecto al valor de salida de la licitación. Los tribunales le dieron la razón al Ayuntamiento y la empresa tuvo que reanudar la ejecución.

Según los primeros plazos manejados por el PP, La Normal debía haber abierto sus puertas en diciembre del 2015. La obra entonces se sufragaba con fondos europeos, los Urban Sur, parte de los cuales, y para no perderlos con ese primer parón del proyecto, se reprogramaron y se destinaron a otras intervenciones en la zona Sur. Se decidió también sufragar con dinero municipal lo que quedaba de reforma y se impuso un nuevo plazo a la empresa para concluir: marzo del 2017. Es evidente que también se incumplió aquel horizonte y la situación límite llegó este verano cuando la constructora volvió a paralizar la obra sosteniendo que ya estaba terminada.

Urbanismo comprobó, sin embargo, que el edificio tenía deficiencias, algo que la adjudicataria negó. Así las cosas, el Ayuntamiento se vio obligado a encargar un informe a una empresa externa para que certificara que la obra no estaba terminada, pero, mientras esto ocurría, la pasada Navidad, la empresa realizó algunas mejoras. Por ese motivo, esta semana, los técnicos de Urbanismo han visitado la obra para ver hasta qué punto Vías y Construcciones ha subsanado las deficiencias encontradas en la obra, y han vuelto a pedir un segundo informe a la misma empresa externa que hizo el primero para certificar de manera definitiva en qué situación está actualmente el edificio. ¿Estará terminada o no La Normal? Suspense.

Hace unos días, José de la Rosa, presidente del consejo de distrito Sur, en declaraciones a Radio Córdoba, reconocía que sería un «alivio» que concluyan por fin las obras de la Normal de Magisterio y expresaba su esperanza de que fuera así. Saldremos de dudas en breve. Y es que, en caso de que todo estuviera correcto, sería cuestión de semanas que Urbanismo pudiera recepcionar la obra y amueblar el edificio. En cambio, si las deficiencias persisten, la situación se complicaría, porque habría que volver a presionar a la empresa y, llegado el caso extremo, rescindir el contrato y volver a adjudicar lo que resta de obra, ese 5% aproximado, a una nueva empresa. Con los dilatadísimos tiempos que el Ayuntamiento está empleando en las licitaciones, este segundo escenario complicaría y mucho al gobierno local para llegar a las elecciones municipales con este reto logrado.

Mañana se iniciarán las obras que estaban pendientes también en el entorno del edificio y que se adjudicaron por 30.000 euros. El Ayuntamiento espera que mientras, en el plazo de dos o tres semanas, esté listo ese segundo informe que determinará, como un veredicto a vida o muerte, el futuro de La Normal.