El cordobés Florentino Pérez Raya acaba de ser elegido presidente del Consejo General de Enfermería, órgano que aglutina a los colegios de esta profesión de toda España. El hasta ahora también presidente del Colegio de Enfermería de Córdoba y del Consejo Andaluz de Enfermería acumula una amplia trayectoria profesional, centrada en la defensa de los intereses de esta disciplina y de sus profesionales. Pérez Raya comenzó como enfermero asistencial en el Hospital Provincial, cuando este centro aún pertenecía a la Diputación, y después en el Servicio Andaluz de Salud. Fue secretario provincial y autonómico del sindicato de enfermería Satse y desde 1984 lleva ejerciendo diferentes cargos como presidente provincial, andaluz y vicepresidente segundo dentro de la Organización Colegial de Enfermería. El nuevo presidente de los enfermeros españoles es enfermero especialista en cuidados médico-quirúrgicos y está cursando el doctorado en la Universidad Complutense. Por otro lado, también ha desempeñado una vasta actividad docente.

-Ha sido elegido con el respaldo de 28 colegios, cuando el mínimo era de 15. ¿Cómo valora el apoyo tan masivo a su candidatura?

-Supone un honor muy grande que comparto con el equipo que me acompañará durante 5 años. Estos 28 colegios representan una mayoría absoluta muy holgada y ha sido un respaldo muy importante a nuestro proyecto, pero también lleva implícita una gran responsabilidad. Tenemos que lograr ser merecedores de esa confianza y dejarnos la piel por la profesión enfermera, por la sanidad y por los pacientes.

-¿Qué le parece la labor realizada por su antecesor en el cargo?

-El también cordobés Máximo González Jurado ha sido un referente incontestable para la profesión enfermera y para la sanidad en general. Ha conseguido llevar a nuestra profesión a lo más alto. Un trabajo que, por supuesto, ha desarrollado junto a los colegios provinciales, las sociedades científicas, las universidades y el sindicato Satse. De hecho, uno de mis objetivos prioritarios es dar continuidad al magnífico ambiente de interrelación, trabajo y dialogo que existe hoy en día entre todos estos estamentos enfermeros. Y para ello necesito la ayuda y colaboración de toda la profesión.Coger el testigo de un líder es un honor, pero también una responsabilidad muy grande.

-¿Cómo ha evolucionado la enfermería en las últimos años?

-La profesión enfermera en España ha experimentado un desarrollo de carácter científico y profesional cuyos principales beneficiarios han sido los propios ciudadanos. Hemos pasado de ser un mero oficio, sin regulación y con dependencia jerárquica a otros profesionales, a ser una profesión universitaria con una titulación equiparable en duración y créditos universitarios a licenciaturas históricas como derecho, biología o económicas. Además, ahora en nuestra asistencia diaria trabajamos con plena autonomía profesional, técnica y científica. Y en nuestra profesión se investiga y se logran importantes avances, basados siempre en la evidencia científica. Por otro lado, hemos accedido al pleno desarrollo académico pudiendo cursar el máster y el doctorado como cualquier otro profesional con título universitario. Esto ha supuesto la llegada de miles de enfermeros doctores a la Universidad y a los centros sanitarios.

-¿Qué principales reivindicaciones expondrá al Ministerio de Sanidad y a las diversas comunidades autónomas desde su nuevo puesto?

-Tenemos que conseguir que todos los avances logrados por la enfermería en los últimos años se consoliden definitivamente en el trabajo diario que hacemos en el sistema sanitario. En esta línea, vamos a trabajar por el desarrollo pleno de las especialidades de enfermería, en base a las verdaderas necesidades asistenciales de la población. En el 2005 se legislaron siete especialidades enfermeras, a través de un modelo idéntico al MIR de las especialidades médicas, llamado EIR. Sin embargo, la población no se está viendo beneficiada de algo tan necesario, porque a día de hoy el numero de plazas convocadas es ridículo y no se han creado las categorías profesionales ni la catalogación de los puestos de trabajo. Además, el plan de estudios de la especialidad de cuidados médico-quirúrgicos está bloqueado y es fundamental desarrollarla por el bien de los pacientes.

-¿Y cómo marcha la prescripción enfermera?

-Es especialmente prioritario conseguir la legalización y el desarrollo definitivo de la prescripción enfermera, porque en la actualidad, cualquier decisión respecto a fármacos que adopte una enfermera en su trabajo asistencial diario, se encuentra en un limbo legal y supone un riesgo. Por ello, estamos trabajando para llegar a una solución consensuada en un grupo de trabajo nacional donde estamos enfermeros y médicos, el Ministerio de Sanidad y las consejerías de Salud de Andalucía y Cataluña.

-¿Y qué demandas va a plantear a nivel laboral?

-En este ámbito siempre voy a trabajar en colaboración con el sindicato Satse. Esto no puede verse como un tema de interés exclusivo de las enfermeras, pues afecta de lleno a la seguridad de los pacientes. Es imposible garantizar una atención sanitaria de calidad sin la adecuación de plantillas y una ratio enfermera/paciente acorde a estándares internacionales. También vamos a promover los cambios normativos necesarios para garantizar el acceso de las enfermeras a puestos de gestión. Y no debemos olvidarnos de la investigación como eje del desarrollo profesional. Es necesario que la enfermería siga apostando por la evidencia científica, porque los nuevos retos, como son el envejecimiento de la población o el aumento sostenido de pacientes crónicos, requieren de la mejor enfermería posible.

-Los líderes nacional de Satse, Organización Médico Colegial, Consejería de Salud andaluza y del Consejo General de Enfermería son todos cordobeses. ¿Hay buenos mimbres en esta provincia para el liderazgo sanitario?

-Eso sin ninguna duda. Creo que la mezcla de culturas que los cordobeses llevamos en la sangre posibilita que tengamos tres virtudes: somos gente trabajadora, tremendamente perseverantes y personas muy dialogantes. Y a ello se une nuestra vocación por la salud de las personas.