Ayer se celebró el Día Mundial de la Fisioterapia, una disciplina fundamental para la mejora de la calidad de vida de la sociedad desarrollada, sobre todo durante la presente pandemia del coronavirus, ya que muchos pacientes afectados por covid-19 requieren de una rehabilitación específica por parte de los fisioterapeutas. El fisioterapeuta cordobés Antonio Jurado García expone los beneficios de esa adecuada atención.

-¿Qué problemas ocasionó en la población el confinamiento?

-En general, todas las personas sufrimos de algún modo los efectos adversos de la inactividad en el confinamiento. Además, han aparecido nuevas lesiones derivadas del teletrabajo, modalidad que se ha instaurado en buena parte de la sociedad. Trabajar en el domicilio no es lo mismo que hacerlo en el entorno laboral, que lógicamente está preparado para ello, lo que conlleva pasar muchas horas en una posición incorrecta y, en general, facilita el sedentarismo. Estos factores facilitan la aparición de problemas musculares, que convienen prevenir y tratar mediante ejercicio terapéutico.

-¿Qué población ha sufrido más las consecuencias antes citadas?

-Las personas mayores, sobre todo aquellas que presentan otras patologías que afectan a la marcha, como enfermedad de parkinson, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), diabetes, insuficiencia cardíaca, entre otras. Como todos, estos enfermos se han visto obligados a perder sus hábitos de rutina y a disminuir significativamente su actividad física. En este grupo poblacional, la prestación de fisioterapia estaría orientada a mantener unas rutinas de actividad física o ejercicio terapéutico, adaptadas a la capacidad funcional y al mantenimiento de los tratamientos rutinarios que estuviesen desarrollando. Si es posible, se recomendará ejercicios de readaptación funcional durante unas semanas, para continuar con un seguimiento, que puede incluir medios telemáticos, vídeos o llamadas de seguimiento.

-¿Qué deben hacer las personas cuya rehabilitación quedó interrumpida en el confinamiento?

-Hay que reconsiderar cada caso. Evaluar la patología de base, enfermedades asociadas, grado funcional, entre otros aspectos, para reiniciar un plan de fisioterapia que responda individualmente a las necesidades de cada persona. Los programas mixtos, presenciales y seguimiento evolutivo mediante las nuevas tecnologías de la comunicación son una opción válida, con la que hemos obtenido buenos resultados.

-En el caso concreto de pacientes afectados por coronavirus, ¿qué consecuencias de las que sufren pueden ser tratadas mediante fisioterapia?

-En caso de infección, el paciente debe permanecer aislado para evitar la transmisión del virus. En el ámbito domiciliario, el aislamiento en una habitación conlleva escasas opciones de movimiento. En los casos más graves, la afectación de la función respiratoria es tan importante que requiere ingreso en UCI y, generalmente, una estancia prolongada en cama. Este grupo de pacientes padecerá una mayor debilidad muscular, deterioro del estado de ánimo, incluida la depresión y trastorno de estrés postraumático. Estos aspectos deben mejorarse con atención precoz dentro de un programa de rehabilitación que incluya ejercicio físico terapéutico.

-¿Qué pacientes van a requerir de forma preferente una rehabilitación específica?

-Un subgrupo con especial interés son pacientes con estancias hospitalarias prolongadas, especialmente los ingresados en UCI. Hay que prestar atención sanitaria y ofrecer un seguimiento estrecho para lograr una recuperación funcional óptima o, en caso contrario, identificar rápidamente una evolución desfavorable. Hay que subrayar que algunos enfermos, cuando superan la enfermedad, no pueden caminar solos, no tienen fuerza suficiente o tienen complicaciones musculares o afectación de los nervios periféricos, que necesitan una readaptación funcional precoz y probablemente durante un tiempo relativamente largo.

-¿Deben seguirse unas pautas en el periodo post-covid?

-Siempre recomendamos, especialmente ante esta enfermedad y la situación sanitaria que estamos atravesando, la estrecha colaboración con los equipos de atención primaria y especializada. La modificación de un tratamiento farmacológico, de un cambio en las pautas de estilo de vida, de un plan de recuperación, deben centrarse en el paciente y debe existir una coordinación multidisciplinar para obtener la máxima rentabilidad terapéutica. El equipo médico responsable del paciente establecerá un objetivo y todas las medidas terapéuticas deben ir encaminadas a lograrlo. Es importante la aportación de la fisioterapia frente a la enfermedad del covid y fundamental para lograr una rápida recuperación física y mental.

-Tras el alta hospitalaria, ¿qué debe hacer el paciente que ha tenido coronavirus?

-Cualquier hospitalizado por este motivo se debe convencer de que cuando supere la neumonía aguda por covid-19 continuará con necesidad de atención sanitaria. Si al principio de la pandemia el problema fue la necesidad de camas hospitalarias, ventiladores o dotación de recursos en las UCI, el nuevo desafío es el seguimiento de los pacientes, que deberá incluir al personal de atención primaria, neumología, medicina interna y rehabilitación. Por eso, tras el alta hospitalaria, se recomienda una valoración precoz, con especial énfasis en síntomas relacionados con la disnea (ahogo), esfuerzo, fatiga muscular, trastornos asociados a depresión, afectación neurocognitiva y repercusión funcional para las actividades diarias. La vuelta del paciente a su actividad habitual requerirá de fisioterapia dirigida a la recuperación respiratoria y a subsanar la debilidad muscular.