El Palacio Episcopal vuelve a estar en obras tras cuatro años de espera si se toma como referencia el 2015, ejercicio en el que comenzaron los trabajos en el patio de carruajes, donde aparecieron importantes restos arqueológicos del alcázar califal que obligaron a hacer modificaciones en el proyecto para integrarlos. El inicio de los trabajos se produce también justo dos años después de que el Cabildo solicitara licencia en Urbanismo para ejecutar el nuevo proyecto con los cambios realizados. En estos dos años de espera del permiso ha habido desencuentros entre Urbanismo y los promotores de la iniciativa superados tras varias modificaciones, entre ellas, las que eliminan una escalera y elementos de la galería del nuevo cuerpo acristalado diseñado para albergar los restos.

El Cabildo, a través de una nota, informaba ayer del inicio de las obras tras la firma del contrato con la adjudicataria, Construalia XXI, que permitirán adecuar espacios expositivos y otras dependencias alrededor del patio de carruajes. En la firma estuvieron presentes el deán de la Catedral, Manuel Pérez Moya; un representante de Construalia XXI, Luis Sánchez Montero; y los arquitectos Francisco Javier Vázquez Teja y Rafael Prados. Los trabajos tendrán un coste de más de dos millones de euros y se ejecutarán en un plazo de un año. La intervención consistirá en adecuar los espacios que cierran el patio del carruajes, tanto en la planta inferior como en la superior, en los que, además de zona expositiva, habrá servicios para los visitantes como una cafetería y una tienda. Según las fuentes consultadas, las primeras tareas consistirán esta semana en la limpieza de la zona de obra y en la retirada de los elementos de protección.

La reforma tiene licencia desde diciembre pasado, momento en el que tanto el presidente de Urbanismo, Pedro García, como el gerente, Emilio García, avisaron de que ese permiso «no ampara las taquillas de la Mezquita-Catedral», que, de instalarse allí, tal y como se pensó en un principio, «necesitarían otra autorización» distinta. En cambio, Cultura, en el 2016, había valorado positivamente la idea de mantener puntos de venta de entradas en el Patio de los Naranjos y en el Palacio Episcopal.

Con esta reforma se recuperará el Museo Diocesano y se habilitará un centro de interpretación y de recepción de visitantes de la Mezquita-Catedral. El proyecto contempla que la torre sea visitable hasta su última planta y que haya un mirador en la cubierta. La recuperación de la arcada del patio de los carruajes es otro de los aspectos que contempla la reforma que estará en un año.