-Le han entregado la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, por su paso por el Consejo Fiscal. En el acto, todo el mundo elogió su rigor en el trabajo y su profesionalidad. ¿Qué supone para usted esa distinción?

-La Cruz de Honor de San Raimundo es una de las mayores distinciones que un profesional del Derecho puede recibir. Y para mí es un orgullo y un estímulo, porque supone que las cosas las tienes que hacer lo mejor posible y me hace tener la misma ilusión que el primer día.

-¿Por qué quiso ser fiscal?

-Bueno, yo la Fiscalía la conozco desde niño. Mi padre fue fiscal y a mí siempre me ha llamado la atención el ejercicio de postular la aplicación del Derecho. Solicitar, digamos, que se apliquen las normas desde nuestra perspectiva y bajo los principios de legalidad e imparcialidad. A mí eso me parece una labor fantástica, pero aparte de eso, me ha entusiasmado más cuando la he ejercido.

-La Fiscalía juega un papel crucial en los procesos judiciales. ¿Cree que es reconocida esta labor por la sociedad?

-Poco a poco se va conociendo. Efectivamente, dentro de la Administración de Justicia seguimos siendo una de las instituciones menos conocidas. Hombre, yo creo que ahora los medios de comunicación dedican una parte importante a difundir nuestra labor y poco a poco creo que se va conociendo un poco más. El fiscal es la institución del Estado que defiende la aplicación de la ley en todos los procedimientos y en todos los órdenes jurisdiccionales. Pero la decisión final la tienen los jueces o los tribunales. Yo, desde ese punto de vista, creo que nuestra labor es esencial, fundamentalmente en el ámbito penal, pero también en el civil, en la defensa de las personas más vulnerables, como los menores o los discapacitados, la defensa de los derechos de las víctimas, en violencia sobre la mujer, en menores…

-Son muchas las mejoras que reivindica el colectivo de fiscales de Córdoba, entre otras, mayor dotación de personal…

-Es absolutamente necesario para realizar nuestra función cada día contar primero con los medios personales y luego con los medios materiales. Llevamos ya muchos años sin que se amplíen las plantillas de la carrera fiscal en España y en concreto en Córdoba. Es una reivindicación que venimos reiterando desde hace mucho tiempo y esperemos que sea escuchada.

-Ha trabajado usted en Siniestralidad Laboral y Menores. Dos ámbitos muy distintos.

-Sí son muy distintos. Menores, digamos, es una parte de nuestro trabajo que yo no conocía y me llevé una agradable sorpresa cuando llegué y me encontré que la cercanía de la Administración de Justicia con el justiciable y con la víctima era muy cercana. Además, cuando yo llegué en el año 93 no teníamos medios. Luego se fueron mejorando. Fue una época muy enriquecedora para mí, desde el punto de vista personal. Quiero destacar la intervención esencial de los equipos técnicos de apoyo, la profesionalidad y dedicación que estos equipos técnicos tenían.

-¿Y en Siniestralidad Laboral? Porque ese es un ámbito que se ha desarrollado más en los últimos años, ¿no?

-Es cierto que hasta hace relativamente poco tiempo se consideraba como algo ajeno al Derecho Penal. Hoy en día creo que ya estamos todos sensibilizados, trabajadores, empresarios y sindicatos, de la necesidad de que se incrementen al máximo las medidas de prevención de riesgos laborales en cualquier actividad.

-¿Tenemos en Córdoba unos servicios de Justicia de calidad?

-Yo estoy convencido de que sí. En Córdoba la Administración de Justicia funciona, yo creo que bien. Evidentemente, tenemos nuestros fallos, como en cualquier ámbito. Pero por lo que yo conozco y puedo comparar, tenemos un funcionamiento más que correcto. Evidentemente habrá ciudadanos que piensen que su asunto se habrá retrasado… Pero por lo que yo puedo ver, creo que la Administración de Justicia en Córdoba funciona razonablemente bien. Hay muy buenos profesionales.

-La medalla que le han concedido es fruto de su paso por el Consejo Fiscal. ¿Qué le ha aportado esa experiencia?

-Lo primero que tienes claro es que estás representando a todos los compañeros de España que son los que te votan. Cuáles son nuestras funciones. La más conocida es que es un órgano que informa y propone, porque el que decide es el Fiscal General del Estado, sobre el tema de nombramientos. Sin embargo, no es lo que más trabajo nos da. Participamos en informes legislativos de todo tipo, sobre proyectos de ley de toda naturaleza, intervenimos en todas aquellas cuestiones que afectan a la estructura de la carrera fiscal, participamos también en el procedimiento sancionador respecto de la carrera fiscal y, lo más importante, somos, digamos, los intermediarios entre nuestros compañeros y las instituciones, la Fiscalía General del Estado en primer lugar y otras instituciones del Estado. Es una función muy importante porque se mantienen relaciones con los ministerios y con toda la estructura. Para mí fue muy enriquecedor e intenté aportar todo lo que pude. Pero eso no te libera de tu trabajo de aquí.

-¿Cuál es ahora su objetivo?

-Mi objetivo es que en el trabajo de hoy, el de mañana o el de pasado mañana, hacerlo lo mejor posible y que si me equivoco no sea porque no le he dado al asunto la dedicación que puedo darle. Pero el trabajo, por ilusión y por estudio, que no quede.