Los empresarios cordobeses, asociados en CECO desde hace 40 años, recibieron ayer, en un acto empresarial en la sede de la organización para conmemorar este efeméride, el apoyo de todas las instituciones cordobesas y de las organizaciones en las que están inmersos, Cepyme y la CEA, como garantes y referencia de haber contribuido a crear una provincia «más dinámica y próspera, con un futuro prometedor», como expresó el presidente de la Confederación de Empresarios de Andalucía, Javier González de Lara.

Al acto asistieron más de 200 personas, entre los que se encontraban la alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio; el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz; el subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado; el rector, José Carlos Gómez Villamandos, empresarios, responsables de entidades financieras, sindicatos, y los presidentes anteriores de CECO José Luis Vilches, Francisco Román Amor y Luis Carreto. El presidente de CECO, Antonio Díaz, volvió a mostrar el «compromiso» de la patronal con Córdoba y se mostró «optimista» ante el futuro aunque «con los pies en el suelo». CECO, dijo Díaz, cuenta con unas 20.000 empresas y organizaciones afiliadas, y hoy es una organización «consolidada, competitiva, participativa, solidaria y transparente». El dirigente empresarial definió la organización que preside, de la que «todos nos sentimos orgullosos y es respetada en la provincia», como «la sociedad civil especializada de las empresas». «Somos magníficos prestadores de servicios a las empresas, nuestra esencia es ser útiles a quienes crean empleo», subrayó el presidente de CECO. Tras destacar que CECO nace en 1977 «desde el compromiso y la responsabilidad» y teniendo «la unidad como la mejor manera de acometer el futuro», Díaz puso de manifiesto que durante 40 años «hemos contribuido al crecimiento económico, a la estabilidad institucional y al avance social».

Por su parte, el presidente de Cepyme, Antonio Garamendi, transmitió a CECO el apoyo de los empresarios españoles. En referencia al proceso catalán y a la fuga de empresas, señaló que «los empresarios catalanes se han ido con una tristeza enorme, ante la inseguridad jurídica» y mostró su esperanza en que el 21 de diciembre se resuelva esta situación porque «todo lo que desestabilice el país es malo para el empleo y el crecimiento económico». Garamendi señaló que para recuperar la «normalidad» en Cataluña se precisa «estabilidad» y ésta «la da un sistema», es decir, «no la da un gobierno, ni un partido».

Para Garamendi, el término «unilateral» no llevará la normalidad, ni la estabilidad a Cataluña, y lo que debe hacerse es apostar por «la Europa de los ciudadanos», por lo que «hablar de ir hacia atrás es absurdo, son movimientos contrarios a lo moderno y al futuro».

También el presidente de la CEA, Javier González de Lara, señaló que «la incertidumbre es el peor enemigo de la economía y el desarrollo empresarial» y aseguró que en el conflicto catalán «el papel de las empresas ha sido clave». González de Lara subrayó que las empresas «somos fuente de estabilidad social, somos capaces de garantizar la unidad del país».

Ambas organizaciones felicitaron a CECO por su aniversario, lo mismo que el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, que destacó que «hay motivos más que suficientes para sentirnos orgullosos de los empresarios cordobeses, pues la Córdoba que hoy conocemos no habría sido posible sin el empleo generado y su apuesta por una provincia más moderna, dinámica y productiva». Pulido hizo referencia al pacto Compromiso por Córdoba, promovido desde CECO, «que ha conseguido respaldo social, político e institucional».

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