Si no cambia la postura del actual primer ministro británico Boris Johnson, el Reino Unido se encamina hacia un brexit duro que tendrá una especial incidencia en la economía cordobesa, pero también en la población de la provincia que reside en las islas y en los británicos que viven en Córdoba. Los empresarios cordobeses advierten de las «preocupantes» consecuencias que se trasladarán a las empresas que tienen relación con el Reino Unido al aplicarse las medidas de una salida desordenada de la Unión Europea (UE). Esas disposiciones se pondrán en marcha a partir del 31 de octubre, lo que incidirá en las más de cien empresas que mantienen relaciones comerciales con el Reino Unido. Solo durante el pasado año hubo 118 firmas que exportaron mercancías a esta zona, por un valor de 94,3 millones de euros, sobre todo subproductos del cobre, aceite de oliva, aluminio, productos químicos y aceitunas. A esto hay que unir el volumen de importaciones procedentes del Reino Unido, que en el pasado año ascendieron a 82,2 millones.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Córdoba (CECO), Antonio Díaz, asegura que existe «preocupación» entre algunas empresas de la provincia que tienen relación comercial con Reino Unido, puesto que «la posibilidad de una salida dura del brexit viene a transformar la manera de hacer el comercio internacional». De un día a otro cambiarán las reglas y esto afectará al tránsito de personas entre el Reino Unido y la Unión Europea, pero también a la venta de mercancías y prestación de servicios al establecerse una exigencia aduanera que «viene a complicar todo». Por eso, Díaz recomienda a las empresas que procedan a hacer una auditoría interna en relación a la situación en la que se encuentran para ver si están preparadas para volver al sistema de tarifas aduaneras y de certificados de procedencia y si sus proveedores del Reino Unido van a poder seguir sirviéndoles en plazos. «El brexit va a provocar que la libre circulación de mercancías incremente los tiempos en la entrega de los productos al volver a las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), lo que también incrementar los costes y restará competitividad», explica el presidente de CECO. Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio, Ignacio Fernández de Mesa, califica de «atrocidad» lo que va a hacer el Reino Unido. «Se va a ver distorsionado todo el mercado exterior. Habrá aranceles para uno y otro lado. Para los ingleses será un desastre pero también hará daño a Córdoba», señala.

Las consecuencias se trasladarán a los cordobeses que viven en Reino Unido, que a 1 de enero de este año ascendían a 1.143, al igual que a los 957 británicos que residen en Córdoba. Y no es menor también la incidencia que puede tener en el turismo procedente de este país. Solo durante el pasado año visitaron la provincia 35.032 británicos, que dejaron 66.569 pernoctaciones.