El grupo cordobés Prasa se ha declarado en concurso de acreedores, según publica hoy el Boletín Oficial del Estado (BOE). El BOE hace público en su edición de hoy un edicto del Juzgado de lo Mercantil de Córdoba en el que informa que "por auto de 22 de julio de 2019 se ha declarado en concurso voluntario al deudor Grupo Prasa” y que, por tanto, “los acreedores del concursado deberán dirigir a la administración concursal la existencia de sus créditos” en el plazo de un mes.

Prasa es uno de los grupos más emblemáticos de Córdoba y fue de los más fuertes en la época del boom de la construcción, junto con Noriega y Arenal 2000, entre otros. Grandes empresas de la construcción ya desaparecidas como Noriega, Marin Hilinger o ÑXXI también se declararon en concurso.

No es la primera vez que Prasa se encuentra en una situación delicada. En el 2010, las empresas Mare Nostrum y Millurqui 2003 Invest solicitaron el concurso de acreedores para Prasa, que atravesaba ya un momento crítico entre los años 2008 y 2009. Prasa logró evitar el concurso de acreedores tras una reestructuración del negocio, refinanciación de la deuda bancaria y la venta de parte de su sede central.

En el último listado de morosos del Ministerio de Hacienda, el Grupo Prasa mantiene una deuda de 97,98 millones de euros con la Agencia Tributaria.

Una de las maneras que ha tenido de hacer frente a la crisis ha sido adelgazar su patrimonio para lograr liquidez y reducir deuda. El grupo de José Romero cerró en el 2013 una operación que le reportó casi 10 millones al vender parte de su sede. En el 2014, ingresó más de 25 millones vendiendo el antiguo Meliá, que dejó de ser AC Córdoba Palacio para convertirse en Eurostars Palace. Ahí, durante la década pasada, tuvo otro proyecto, el Ojo del Califa, que no salió adelante. La venta de acciones en distintas sociedades fue otra de las medidas. En junio del 2011, José Romero traspasó la totalidad de las acciones del Córdoba CF SAD que tenía en su poder (más del 98%) al empresario Carlos González por 1,2 millones de euros. En octubre del 2013, vendió el 1,3% que tenía en la inmobiliaria francesa Gecina después de haberse desecho de otro 1,5% un año antes.

La sede de Prasa, situada en el bulevar del Gran Capitán, también ha servido a la empresa para conseguir dinero. El grupo vendió parte del sótano y las plantas baja y primera a la sociedad inversora Valdecoro, que las alquiló a Inditex y que ocupa la tienda de ropa Pull & Bear. En aquel momento, Prasa construía una nueva sede en las inmediaciones del parador de La Arruzafa, donde quería trasladarse. Uno de los proyectos que no han salido adelante es el de su hospital privado, ideado en principio para el Castillo de la Albaida y que después se iba a ubicar en Rabanales 21. Después, en el 2013, su plan era levantar el hospital en la parcela de la antigua Escuela de Ingenieros Agrónomos, pero el proyecto fue descartado. Hace justo un año, Urbanismo le denegó la licencia para un hotel de cuatro estrellas en su sede.