El 30 de septiembre de 2012, es decir hace seis años, el Ayuntamiento se vio obligado a cerrar el centro cívico de El Higuerón por las numerosas grietas y fisuras que presentaba el inmueble. Los técnicos recomendaron el cierre de este edificio, que había abierto hacía tan solo tres años, por precaución y seguridad. La obra, uno de los proyectos más importantes de la Corporación municipal encabezada por Andrés Ocaña, costó en torno a tres millones de euros de los que la Gerencia Municipal de Urbanismo aportó 2,32 millones y la Consejería de Salud (parte del inmueble era ambulatorio) puso el resto.

Después del cierre, el Ayuntamiento de Córdoba inició una pelea administrativa y judicial para que la empresa constructora se hiciera cargo de los errores y defectos del estudio geotécnico que, a juicio de la Gerencia Municipal de Urbanismo, fue la espita que provocó los problemas gravísimos de cimentación del inmueble. Ahora una sentencia del juzgado de lo contencioso-administrativo número 5 de Córdoba ha dado la razón a la Gerencia de Urbanismo y a los intereses municipales, por lo que la empresa constructora deberá abonar una suma de 1,48 millones de euros a las arcas públicas.

El juez estima solo parcialmente el recurso interpuesto por la empresa contra la resolución de la Gerencia por el que se declaraba su responsabilidad, sobre una partida de 35.611 euros por varios conceptos (la encomienda del Ayuntamiento a Urbanismo, una factura de inspección de mayo del 2016 y la contratación de la nueva campaña de inspecciones) al no haber justificado el Consistorio, que reclamaba 1,5 millones de euros, estos gastos. Por lo demás, el titular del juzgado número 5 de lo contecioso-administrativo da una por una la razón al letrado del Ayuntamiento, Miguel Aguilar, así como a los técnicos de la Gerencia en la parte técnica, quedando demostrado que el estudio geotécnico (un estudio del terreno a partir del que se establece la forma en que debe cimentarse el edificio) fue "negligente" por no haber determinado que la naturaleza arcillosa del suelo provocaría "movimientos diferenciales de la cimentación" generando las famosas grietas. Contra esta sentencia cabe interponer recurso.