Levantar la persiana, física o digital, de un nuevo negocio es siempre una apuesta que implica riesgos. Pero si arriesgado es hacerlo en tiempos de bonanza, hay que ser muy valiente o tener las ideas muy claras para dar el paso cuando la coyuntura económica está marcada por una pandemia global de coronavirus que ha puesto patas arriba la economía del mundo entero. En ese contexto, cabría pensar que son pocos los que se atreven a emprender nuevos proyectos, aunque la realidad demuestra lo contrario. Basta poner la lupa en la evolución del número de autónomos en Córdoba. En el mes de febrero, había en la provincia 52.717 autónomos afiliados a la Seguridad Social de los cuales casi 15.000 estaban concentrados en el comercio, unos 5.000 en la construcción, otros tantos en negocios de hostelería y algo más de 4.000 en servicios. La irrupción de la pandemia llevó a una parte de esos autónomos a darse de baja, produciéndose la mayor caída en abril, cuando se contabilizaron 51.857 afiliaciones, 860 menos. Desde entonces, la cifra no ha dejado de crecer hasta alcanzar en agosto los 52.828 autónomos de alta en Córdoba, 111 más que antes del covid. Por sectores, mientras la construcción se recupera lentamente y el comercio se mantiene, la hostelería sigue cayendo.

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Si atendemos al número de empresas inscritas en la Seguridad Social en la provincia de Córdoba, en febrero había 26.021 que daban trabajo a 188.850 trabajadores, de las cuales 14.973 pertenecían al sector servicios, 6.688 eran empresas del ámbito agrario, 2.480 en industria y 1.880 en la construcción, según la clasificación que establece la Seguridad Social. Al cierre del mes de marzo, la cifra ya había caído a 22.585 empresas, tras la baja de 3.436 empresas. El resultado es el adelgazamiento también de la factura de trabajadores global, que pasa a 165.325, 23.525 menos en solo un mes. La cifra siguió cayendo en abril, por el desplome de negocios en todos los sectores y principalmente, en el de servicios, según los datos de la Seguridad Social, que revela un ligero repunte positivo en el mes de mayo no sostenido en el tiempo que ha hecho que agosto cierre con 22.623 empresas, unas 3.400 menos que en febrero y 193 más que en el mes de mayor caída, antes de que el covid hiciera temblar los cimientos de muchas pequeñas y medianas empresas, que constituyen el grueso de la economía en la provincia. Tras el frenazo empresarial, se siguen creando empresas, pero a un ritmo lento. Si comparamos este mes de agosto con el del año pasado, hay 783 firmas menos funcionando en la provincia que dan trabajo a 5.038 personas menos que hace un año.

La mayoría de los negocios que están surgiendo ahora son proyectos que se idearon antes de la crisis sanitaria y que quedaron paralizados en medio de la incertidumbre. La crisis sanitaria ha demostrado que, en el ámbito de los servicios, los sectores de productos básicos son los que han logrado mantener su actividad, de ahí que muchas de las nuevas iniciativas estén vinculadas a la alimentación. Pero montar un negocio en este momento no es tarea fácil. Según el informe Situación del emprendimiento ante la crisis del covid-19 del Observatorio del Emprendimiento en España, las principales demandas de quienes desean poner en marcha un negocio en esta crisis son la eliminación de las cuotas de autónomos durante un año, la eliminación de trabas burocráticas y la puesta en marcha de líneas de crédito sin coste. El informe señala que el colectivo emprendedor que se encuentra en fase inicial solicita más ayudas para la creación de empresas, mientras las personas emprendedoras que abrieron su negocio hace más de tres años reclaman la supresión temporal de la cuota de autónomos y que se eliminen trabas burocráticas para facilitar su actividad.

El Observatorio del Emprendimiento recomienda mejorar la formación en nuevas tecnologíasMuchos negocios nuevos están vinculados a sectores de producción básicos

De cara al futuro, el Observatorio del Emprendimiento plantea que la recuperación económica demandará «más personas emprendedoras con capacidad organizativa e innovadora». Asimismo, señala que la crisis ha convertido la digitalización en una prioridad para hacer frente a los retos y oportunidades derivadas de la nueva realidad económica, por lo que recomienda a los emprendedores el «desarrollo de infraestructuras y la formación en nuevas tecnologías», una tarea pendiente en muchas empresas de pequeño y medio formato, con el fin de acelerar la digitalización y aprovechar al máximo las oportunidades de negocio.