Un grupo de funcionarios de prisiones perteneciente a la plataforma constituida por los sindicatos CCOO, UGT y Acaip se concentraron ayer ante las puertas del centro penitenciario de Córdoba para protestar por el aumento de las agresiones que sufren estos trabajadores a manos de los internos.

Según señalaron José Miguel Sánchez (Acaip) y Rafael Rubio (CCOO), los profesionales de las prisiones se encuentran ante un estado de indefensión generado por la falta de personal y de formación que se viene dando en los últimos años, así como «falta de medios coercitivos», lo que está generando que las agresiones a los profesionales vayan en aumento tanto en cantidad como en intensidad, aunque las estadísticas, según Rubio, no lo reflejan. A ello -añaden- se une la masificación de centros como el de Córdoba en el que, además, según sus estimaciones, falta aproximadamente por cubrir un 15% de la plantilla, unos 60 profesionales.

En cuanto al hecho de que aparentemente las agresiones vayan descendiendo sobre el papel pero no en la realidad, desde CCOO explican que se debe a que el protocolo establecido recientemente solo recoge como agresión aquellas que generan un daño o un parte médico de lesiones. Por lo tanto, los insultos, los intentos de agresión, las amenazas u otro tipo de incidentes que sufren los empleados no se recogen en los datos oficiales.

Además, según informó Rafael Rubio, las agresiones «no se consideran un riesgo laboral y no se estudian ni se ponen medidas a través de los comités de prevención y salud laboral». Otro problema es la gran cantidad de enfermos psiquiátricos que hay en las prisiones sin la correspondiente atención, explica Rubio.

Así, según indicó José Miguel Sánchez, las agresiones han subido un 60% en el último año en toda España. La campaña consiste en realizar paros de media hora en todos los centros penitenciarios de España como homenaje a todos los trabajadores agredidos y en especial de uno de ellos que ha perdido una oreja en un ataque de un recluso en la prisión de Navalcarnero. Los sindicatos señalan que esperan una respuesta más favorable de este Gobierno y añaden que de no recibirla endurecerán sus protestas.