Los impagos en Emacsa han crecido como efecto colateral de la pandemia y se estima que se cerrará el año con un porcentaje de facturas impagadas que rondarán entre el 3 y el 5%, lo que se traduce en torno a 1 millón de euros. Se trata de un incremento significativo respecto al año 2019, cuando se cerró con un 0,6% de impagados, porque no se ha activado el procedimiento de corte de suministro precisamente por la situación derivada del coronavirus. En este sentido, tampoco deben considerarse como impagos reales hasta que la empresa de aguas no ponga en marcha el proceso de recaudación en ejecutiva.

El consejo de administración de Emacsa abordará hoy el presupuesto para 2021, que se ha hecho con estimaciones a partir de los datos obtenidos durante la pandemia, en la que se ha producido una disminución del consumo en los negocios pero un aumento del consumo doméstico. El xonsejo de administración, presidido por Ramón Díaz-Castellanos, y el gerente de la empresa, Rafael Carlos Serrano, han aprobado una propuesta de presupuestos para 2021 que refleja y se fundamenta en la actual situación extraordinaria provocada por la pandemia y que cuenta con una cifra de 37.492.740 euros, lo que supone un incremento del 0,6 por ciento con respecto al 2020, y un beneficio de 829.675 euros. La empresa municipal vuelve a ser la primera en aprobar sus cuentas para el año próximo, como ocurrió el año pasado. Se espera un incremento del 0,6% de la facturación del 2019 hasta los 37 millones de euros, con un beneficio estimado para la empresa de 846.000 euros. Las tarifas seguirán iguales, y continuará el fraccionamiento y el aplazamiento de facturas a todos los que lo necesitan. También se prorrogará el suministro del mínimo vital sin necesidad de solicitarlo.

Por otro lado, Emacsa mantendrá el nivel de inversión con más de 20 millones. En este apartado destacan las actuaciones de inversiones de la Junta (con las obras de abastecimiento de Trassierra y Cerro Muriano); dos obras que dependen de CHG para la conducción y encauzamiento de arroyos de la Sierra (aún sin fecha); y las inversiones propias, entre las que destaca el tanque de tormentas en el Balcón del Guadalquivir y la instalación de placas fotovoltaicas en las instalaciones de Emacsa para el autoconsumo. Además está prevista la remodelación de las sedes de Emacsa en Plateros y el Granadal, y la adquisición de vehículos eficientes por 1 millón. La previsión de la empresa, la primera de nuevo en aprobar su presupuesto, es mantener los gastos.

La previsión de la empresa es mantener los gastos contenidos, prolongar el convenio de la UCO para el análisis de las aguas residuales para detectar el covid, y poner en marcha la app para detectar averías en las 250 fuentes de agua que hay en toda la ciudad. Asimismo se contemplan obras de abastecimiento (2 millones de euros en mejora de tuberías para evitar pérdidas de agua) y saneamiento (otros 2 millones).