Emacsa concluyó ayer definitivamente los trabajos de renovación de alcantarillado en la céntrica calle Jesús y María. Con la retirada del vallado, la maquinaria y los acopios, la calle vuelve a presentar su aspecto habitual, con la diferencia de que ahora cuenta con 315 metros lineales de red renovada. Al tratarse de una obra de gran envergadura, en una zona especialmente transitada, y puesto que se daban los condicionantes técnicos necesarios, Emacsa ha optado por aplicar la técnica de tubería curada in situ, lo que reduce de forma considerable los tiempos de ejecución de los trabajos principales, que, comparados con las obras a cielo abierto, pueden reducirse en un 90%.

En el caso de la calle Jesús y María, la duración de los trabajos principales ha sido de cuatro días. Gracias a esa técnica, que limita las excavaciones a los puntos de entrada y salida de la manga, se reduce la afección al tráfico y a los peatones, tal y como ha quedado demostrado en la calle Jesús y María, donde los peatones han podido transitar en todo momento con normalidad, y también los coches, que solo han visto afectado su paso frente al Conservatorio Superior de Música. Además, esta tecnología permite una reducción de costes respecto al sistema de ejecución tradicional y evita posibles afecciones arqueológicas.