La empresa municipal de aguas Emacsa que evitarán inundaciones y los vertidos al río. Los trámites para la primera de estas infraestructuras hidráulicas, que estará ubicada en el Balcón del Guadalquivir y que costará 10,5 millones, ya han empezado y el objetivo es que esté construida en la primavera del 2023. Los plazos que se barajan son que la redacción del primer proyecto, cuya licitación se va a iniciar y que evitará las inundaciones en el casco histórico y en la zona sureste, necesite nueve meses y que el plazo de ejecución sea de veinte, aunque la idea del Ayuntamiento es acortarlo. En cuanto al horizonte de los cinco tanques, está por concretar.

El alcalde, José María Bellido; el presidente de Urbanismo, Salvador Fuentes; el presidente de Emacsa, Ramón Díaz-Castellanos; y el gerente de la empresa municipal, Rafael Serrano, han presentado este miércoles el proyecto del primero de estos tanques de tormenta, una infraestructura nueva en Córdoba que sí está presente en otras ciudades como Sevilla.

Las previsiones de Emacsa son invertir unos 100 millones de euros en los cinco tanques, que estarán repartidos por la ciudad. Aunque los espacios están aún por definir, además del ubicado en el Balcón del Guadalquivir, habrá otro por los alrededores, uno en Poniente, otro más en el Cortijo del Cura y el quinto estará en la zona del Jardín Botánico.

El sistema, tal y como ha explicado el alcalde, consistirá en la construcción de “una gran piscina”, que quedará soterrada, “que recoge las aguas pluviales, evita que se viertan al río, evita las inundaciones cuando la red se desborda y va a permitir recoger esas aguas, y, bombeándolas, llevarlas a la depuradora para su tratamiento”.

Una vez ejecutado el proyecto, el Balcón del Guadalquivir tendrá otra fisonomía. El presidente de Urbanismo ha indicado que serán los vecinos los que decidan qué hacer en la parte superior de la piscina cubierta. “Será una solución pactada con los vecinos”, señala.

Tanque de tormentas en el Balcón del Guadalquivir. GRÁFICO: RAMÓN AZAÑÓN

Por su parte, Ramón Díaz-Castellanos ha explicado que ya han presentado la documentación a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para actuar en los puntos de desbordamiento y uno de los proyectos previstos es el del tanque de tormenta, que “recogerá el desbordamiento en época de lluvia de la red unitaria de saneamiento de Córdoba en la margen derecha del Guadalquivir".

Díaz-Castellanos ha expresado que "su funcionamiento es muy simple, ya que retiene las primeras aguas diluidas procedentes de los colectores a los que prestará servicio durante los episodios de lluvia y verterá esos caudales al colector marginal de Córdoba a través de una nueva estación de bombeo” que se va a construir. El vaciado, añade, se hará a través de la estación de bombeo, “donde está integrado el tanque y con una conexión al colector marginal”. Además, el tanque tendrá un sistema para “limitar y reducir los sólidos gruesos y los flotantes”, “se prolongarán los aliviaderos en el cauce del río” y “se instalará un sistema antirretorno para evitar que ascienda el agua y posibles inundaciones”.

El tanque tendrá una estructura de hormigón armado con capacidad de almacenamiento útil de unos 20.000 metros cúbicos de agua diluida, una superficie de 4.000 metros cuadrados, 15 metros profundidad y una superficie de urbanización de 10.000 metros cuadrados. El tanque estará dotado de la instrumentación necesaria para el telecontrol de los equipos, tendrá un edificio de control en superficie y sistemas de ventilación.

En la actualidad, según indica Díaz-Castellanos, en la zona del Balcón del Guadalquivir hay tres puntos de desbordamiento y al haber una sola red en la zona del casco antiguo, cuando llueve con intensidad, "los tres puntos, a través de los aliviaderos, vierten directamente al río", por lo que "el tanque canalizará toda esa presión de agua y evitará que llegue" al Guadalquivir. Una vez pasada la lluvia, añade, "el tanque retendrá el agua y, mediante el sistema de bombeo, se llevará, través de los colectores, a la Golondrina".