El hospital Reina Sofía se convirtió este año en el centro hospitalario español que más aumentó la captación de médicos que acababan de comenzar la residencia entre los aspirantes que tenían mejor nota después de la primera adjudicación de las plazas MIR. Incluso dos residentes cordobeses se situaron entre los 100 primeros de 13.000 aspirantes de todo el país. Un logro que se quiere consolidar gracias al trabajo coordinado desde la jefatura de estudios del Reina Sofía, responsabilidad que hasta hace unos meses ocupaba la actual gerente del hospital, Valle García, y que desde junio desempeña la especialista en radiodiagnóstico Elisa Roldán Romero. Elisa Roldán (Córdoba, 1979) es licenciada en Medicina por la Universidad de Córdoba e hizo la especialidad en el Reina Sofía. Desde el 2009 forma parte de la unidad de Gestión Clínica de Radiodiagnóstico del Reina Sofía, dedicándose especialmente a la neurorradiología. En el ámbito de la docencia, ha sido tutora de residentes desde el 2013 y vocal de la comisión de docencia desde el 2015. Elisa Roldán pertenece a una familia muy ligada a la medicina y a la sanidad. Elisa Romero, su madre, ya se jubiló de su puesto de enfermera en el Reina Sofía, y su padre, Juan Roldán, fue especialista en otorrinolaringología en este mismo hospital. El marido de Elisa, Antonio Gordón, ejerce como cirujano en el Reina Sofía, al igual que lo hizo su suegro, Antonio Gordón, que fue director médico del hospital. Por otro lado, el abuelo materno de la nueva jefa de estudios del Reina Sofía también fue médico en Extremadura y luego en Córdoba y ésta tiene a su vez muchos tíos y primos que son médicos, enfermeros o están estudiando Medicina.

-¿Por qué estudió Medicina y se especializó en radiodiagnóstico?

-Siempre quise estudiar Medicina, en parte por influencia familiar y también por tener muy presente el sentido de servicio a los demás y a la sociedad. La posibilidad de ejercer la medicina en un gran hospital como el nuestro ha sido un estímulo. Con respecto a la elección de radiodiagnóstico, se debió a que se trata de una especialidad transversal, que precisa el conocimiento de todas las materias. La radiología es una especialidad algo desconocida, pero que tiene un gran peso dentro del proceso diagnóstico de los pacientes y, en el caso de la radiología intervencionista, también en el tratamiento. La radiología es una materia con futuro, avances permanentes y alta tecnología.

-¿Qué trabajo desarrollaba como tutora de residentes?

-En mi etapa como tutora he mantenido un contacto permanente con los residentes de radiodiagnóstico y, junto con el resto de los tutores del servicio, planificábamos, gestionábamos, supervisábamos y evalúabamos todo el proceso de formación de cada uno de nuestros residentes. En concreto, organizaba las sesiones formativas diarias de la unidad, realizaba el plan de formación individual de mis residentes con los que mantenía entrevistas periódicas, estaba disponible para tratar cualquier tema relacionado con la residencia y trataba de enseñarles neurorradiología durante su rotatorio por esta sección. El papel del tutor es muy importante al ser el primer responsable del proceso de enseñanza-aprendizaje, aunque en general, puedo decir que todo el personal hospitalario está implicado con la docencia en mayor o menor medida. Hasta mi nombramiento como jefa de estudios, era la representante de las especialidades «no clínicas» en la comisión de docencia, que es el órgano encargado de organizar la formación, supervisar su aplicación práctica y controlar el cumplimiento de los objetivos previstos en los programas formativos.

-¿Cómo ha mejorado y evolucionado la labor docente del Reina Sofía desde que fue autorizado como hospital universitario?

-Los primeros residentes se incorporaron en nuestro hospital en 1977, cuando la docencia se impartía sobre todo en la vertiente práctica y según el criterio de cada uno de los servicios. Estos mismos servicios realizaban la selección. En esos años, el Reina Sofía no era aún universitario y la docencia de los alumnos no tenía nada que ver con el hospital. Por otro lado, el examen MIR no estaba universalizado. Actualmente está todo más controlado por la normativa que regula los aspectos fundamentales en el sistema de formación sanitaria especializada como los referidos a la figura del tutor, las unidades docentes y las comisiones de docencia. El sistema se ha desarrollado a medida que lo han demandado las necesidades de la sociedad española. Un ejemplo es la creación de nuevos títulos de especialista por el sistema de residencia como el de psicología clínica, farmacia hospitalaria o las especialidades de enfermería.

-En el último examen MIR el Reina Sofía fue el hospital universitario más elegido de España en la primera fase de adjudicación de plazas. ¿Cómo cree que ha sido posible este logro?

-El Reina Sofía es un hospital que cuenta con numerosos recursos materiales, tecnológicos y humanos que permiten una formación óptima tanto en el ámbito asistencial, como en el investigador y docente. Este año se celebró en marzo la primera Jornada de Residentes en el Reina Sofía, en la que se ofreció información del hospital en general y de sus 41 unidades docentes. Este acto fue valorado muy positivamente por los estudiantes que acababan de realizar el examen MIR, FIR o PIR y lo repetiremos en el 2018 para intentar incorporar a los mejores residentes un año más. El 15 de septiembre se publicó en el Boletín Oficial del Estado la oferta docente para la próxima convocatoria del MIR y de las otras especialidades sanitarias, en la que el Reina Sofía cuenta con 8 plazas más con respecto al año pasado, pasando de 72 a 80.

-¿Qué objetivos se plantea como nueva jefa de estudios?

-El objetivo principal es poder proporcionar una enseñanza de calidad en el ambiente más agradable posible, ofreciendo todas las herramientas necesarias para que los residentes alcancen con éxito las competencias recogidas en su plan de formación especializada. Los residentes son una pieza clave en la esencia del hospital, siendo la incorporación de los futuros especialistas un estímulo para el continuo reciclaje sanitario. Nuestro reto es reclutar a los mejores residentes para el Reina Sofía, para formar profesionales de excelencia con la adecuada organización de las actividades docentes dentro de la actividad asistencial.

-¿Sería interesante fomentar más intercambios del Reina Sofía con hospitales de otras regiones o del extranjero?

-En el sistema de formación sanitaria especializada están contempladas y reguladas las estancias formativas en otros centros nacionales acreditados para la docencia o en centros extranjeros de reconocido prestigio. Los hospitales propician esas rotaciones externas siempre que se trate de realizar una actividad recogida en el plan de formación de la especialidad y que no la puedan llevar a cabo en su unidad docente. En el 2016 los residentes del Reina Sofía realizaron 48 rotaciones externas, de las que 10 fueron en centros internacionales. En sentido inverso, la comisión de docencia del Reina Sofía autorizó 88 estancias formativas de residentes de otros centros nacionales y 6 de residentes extranjeros.

-¿Qué requisitos básicos se necesitan para hacer la especialidad de Medicina, Enfermería u otras disciplinas?

-Partimos de que la nota de Selectividad para los estudios de Medicina es la más alta en todas las universidades y que la de Enfermería le sigue muy de cerca. Ello ya implica que, en líneas generales, un buen estudiante de Bachillerato es una persona cuya formación integral va acorde con buenas calificaciones académicas. Una vez iniciados los estudios superiores, el alumno percibe enseguida la dureza de las materias y la necesidad de dedicarle al estudio muchas horas todos los días. Al acabar la carrera, el examen MIR precisa un esfuerzo suplementario, pues de la nota final va a depender la especialidad que va a ejercer el resto de su vida y, en cierto modo, el lugar donde va a ejercerla. Los años de especialidad médica o de otras especialidades, que pueden durar hasta cinco años más, suponen una escuela permanente de convivencia y compañerismo con sus iguales y de respeto y aprendizaje con los que le están enseñando. Es una época crucial en la que se aprende a respetar y tratar en el más amplio sentido a los pacientes, comprender su incertidumbre y su temor en los procesos graves.

-¿Qué avances se han producido en su especialidad en los últimos años?

-El radiodiagnóstico es de las especialidades que más ha avanzado en los últimos años al contar con equipos más sofisticados que obtienen imágenes de mayor calidad y permiten hacer mejores diagnósticos basados en la imagen. También se llevan a cabo procedimientos intervencionistas, contando con un gran prestigio las unidades de neurointervencionismo y radiología vascular e intervencionista de nuestro hospital. Por otro lado, la organización por órganos y sistemas hace que nos dediquemos a un área en concreto, para poder dar respuesta más especializada a los clínicos con los que trabajamos.

-¿De qué especialistas ha aprendido más en su carrera?

-He aprendido y sigo aprendiendo de todos mis compañeros radiólogos con los que trabajo, así como del resto del personal de la unidad de Radiodiagnóstico, incluyendo por supuesto a los médicos residentes. Igualmente aprendo del resto de profesionales de otras especialidades con los que trabajo a diario y que me aportan su conocimiento y experiencia en las sesiones clínicas multidisciplinares. Siempre se puede aprender algo de alguien, pero quisiera destacar a mis compañeros neurorradiólogos, los doctores Bravo, Ramos y Cano, con los que tengo la suerte de trabajar y a los que estoy muy agradecida, por todo lo que me han enseñado y por su constante apoyo. Y por supuesto, agradecida de haber formado parte del equipo de la doctora Marina Álvarez, radióloga y actual consejera de Salud.Nos ha marcado a todos por su enorme entrega al trabajo y por su capacidad de gestión, además de por ser una referente nacional en la radiología de la mama.

La doctora Elisa Roldán, que antes de ejercer en el Reina Sofía trabajó en los hospitales de Montilla y Valle del Guadiato, cuenta con un gran número de publicaciones y comunicaciones. Por su parte, ha logrado la acreditación de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía en el nivel experto. Además, ha participado como docente en numerosos cursos formativos y colabora en la actualidad en varios ensayos clínicos y proyectos de investigación.

-¿En qué ensayos clínicos e investigaciones participa?

-Estos ensayos clínicos están relacionados con evaluar la eficacia y seguridad de distintos fármacos en los casos de enfermedad de alzhéimer leve, en los que realizo resonancias magnéticas periódicas a los pacientes incluidos en los mismos. Los proyectos de investigación están relacionados con tumores de cabeza y cuello y con tumores cerebrales, colaborando igualmente en las exploraciones radiológicas.

-El Reina Sofía, en sus 41 años de historia, ha tenido solo dos gerentes mujeres, pero poco a poco más féminas están ocupando puestos directivos en el centro. ¿Cuándo cree que llegará el momento de que haya una primera rectora en la Universidad de Córdoba o más decanas en Medicina y Enfermería?

-La actividad enfermera ha sido fundamentalmente femenina desde siempre. Quizá ahora hay más enfermeros que hace 10 o 15 años. Y la medicina está cada día más feminizada, sobre todo en algunas especialidades. En la Facultad de Medicina de Córdoba la presencia de mujeres supera el 70%, lo cual ya se refleja en el estamento médico actual y lo será más en los próximos años. En la actualidad, de los 286 residentes que hay en el hospital, 186 son mujeres. Aún no ha habido una rectora en la UCO, pero sí una decana en Medicina y varias vicerrectoras y vicedecanas. Por tanto, en cualquier momento puede ser elegida una rectora o de nuevo una decana. También es cierto que en las jefaturas de servicios hospitalarios predominan los hombres, pero estoy segura que esto cambiará, que es solo cuestión de tiempo y mayor concienciación en general de la gran valía de la mujer en este área como en cualquier otra.