A punto de arrancar el tercer trimestre y con la mirada puesta ya en el siguiente curso, más de 4.000 alumnos de primero de Bachillerato, que el próximo año se enfrentan a la selectividad, tienen estos días la oportunidad de reflexionar sobre su futuro académico, despejar dudas y avanzar un paso más en una difícil decisión, la de estudiar una carrera universitaria. La Universidad de Córdoba, con su proyecto OrientaUCO, volvió ayer a abrir sus puertas a estudiantes de 70 centros educativos de la provincia que, hasta mañana jueves, en distintas mesas de orientación vocacional, tendrán oportunidad de conocer los diferentes grados que oferta la universidad pública cordobesa, de la mano de decanos, profesores y, sobre todo, actuales estudiantes.

OrientaUCO arrancó ayer con un acto inaugural en el salón de actos del Rectorado, totalmente lleno de estudiantes, y otros dos actos simultáneos en el campus de Rabanales, con la Mesa de Orientación Vocacional de Ciencias y Ciencias de la Salud y la mesa de de Ingeniería y Tecnología.

En el Rectorado de la UCO -que acoge las mesas de Humanidades y Ciencias Sociales y Jurídicas- el programa fue inaugurado por el vicerrector de Estudiantes y Programas de Movilidad, Alfonso Zamorano; la delegada de Educación, Inmaculada Troncoso; el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Ricardo Córdoba de la Llave; el decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, Luis Miranda; la decana de la Facultad de Ciencias de la Educación, María del Mar García, y el vicedecano de Ciencias del Trabajo, Fernando Lara.

Zamorano animó a los estudiantes a escoger la carrera que realmente les guste, al margen de las salidas profesionales porque «digan lo que digan de las salidas, con vocación y esfuerzo conseguiréis estar en el lugar que queráis». Les instó a aprovechar estas jornadas, que «son una oportunidad para reflexionar sobre vuestro futuro». Se puso como ejemplo y relató que él, como la delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, es filólogo, «una carrera que me decían que no tenía salidas, pero decidí hacer en lo que creía que estaba más motivado y soy feliz porque me dedico a lo que quiero».

La delegada de Educación, Inmaculada Troncoso, recomendó a los estudiantes que «está bien que os dejéis llevar por el corazón» a la hora de elegir una carrera universitaria, porque «cuando uno hace algo con vocación seguro que acaba encontrando su sitio en la sociedad». Tanto la delegada como el decano de la Facultad de Filosofía y Letras, Ricardo Córdoba, instaron a los jóvenes estudiantes a desterrar «el mito de la falta de empleo de las humanidades» porque, por el contrario, «son un magnífico yacimiento de empleo». Luis Miranda, decano de la Facultad de Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales, les instó a «confiar en la UCO» porque es «una gran universidad, con el adecuado tamaño y un rigor en docencia e investigación por encima del resto de universidades andaluzas».

Además, todos propusieron a los alumnos no limitarse a los estudios sino a participar en las numerosas actividades culturales, deportivas, de debate, que enriquecen el espíritu.

Los jóvenes, atentos e interesados, admitían algunos tener claro lo que estudiar, mientras otros dudaban entre varios grados. Otro debate latente: si quedarse en la Universidad de Córdoba o salir fuera.