La denominación de Cuesta Negra no es exclusiva de Córdoba pues suele denominarse así a aquellos tramos de vía pública en los que se concentran accidentes mortales. En el caso de la capital cordobesa el nombre está ganado a pulso y ya sea por factores humanos o de construcción, la calle Ramón Barba está ligada a la muerte. Y es que las víctimas mortales se elevan ya a 14 --contando las tres últimas-- desde hace 15 años. Esta calle fue proyectada como la gran vía alternativa al Brillante y el principal acceso a la zona de Calasancio y barrio El Naranjo. El tránsito de vehículos es abundante, aunque ha bajado en los últimos tiempos con la apertura de los enlaces a Mirabueno y Fuente de la Salud.

La triste tarde del 24 dediciembre del 2003

Pocos sucesos han despertado tanta conmoción como la muerte de cuatro jóvenes en un terrible accidente de tráfico en la tarde del 24 de diciembre del 2003. Un turismo con cinco ocupantes se salía de la vía por exceso de velocidad --iba a 160 kilómetros por hora-- y chocaba con el bordillo y el muro de una urbanización para acabar contra una farola. El único que sobrevivió fue el conductor, que dio positivo en la prueba de alcoholemia. Fue juzgado y condenado a cuatro años de prisión. Esta tragedia tuvo su reflejo en el plano de las infraestructuras. El Ayuntamiento acometió obras el verano siguiente en un intento de paliar los accidentes. Los dos carriles en cada sentido se quedaron en solo uno y se amplió la zona de aparcamiento a ambos lados para que los conductores moderaran la velocidad. A estos cambios se añadieron badenes y semáforos para eliminar este punto negro. Los últimos acontecimientos dan a entender que sigue activo y suma víctimas. Conductores y vecinos de la zona han apuntado en más de una ocasión que el peralte está invertido.

Tres víctimas ensolo cuatro días

La Cuesta Negra volvió a la actualidad el día 17 de este mes. Dos jóvenes que circulaban en motocicleta perdían la vida en la subida de esa calle cuando colisionaron con un coche estacionado. José Simeón, de 29 años, y Magdalena Cruz, de 23, eran muy conocidos y las redes sociales dieron buena cuenta del gran número de amigos que tenían. Cuatro días después fallecía otro motorista, pero esta vez por algo tan ajeno al tráfico como un infarto. Era hermano del concejal Rafael Jaén.

La mala estadísticade siniestralidad

El caso es que la ciudad de Córdoba casi duplica la media española de accidentes con víctimas por cada cien mil habitantes en zonas urbanas. Según se supo en enero, en el 2009 esta media era de 102, mientras que en el 2011 la cifra subió a 203. La DGT y el Ayuntamiento afirman que en ese año se registraron 668 accidentes con heridos y tres fallecidos. Las avenidas del Brillante, Cádiz y América son las más peligrosas. En el informe figura que el 84% de los accidentes con víctimas de los últimos años se produjo en rectas, y que los turismos suponen el 48% de los vehículos implicados mientras que las motos son el 42%. Son números que ni de lejos reflejan el dolor por la pérdida de una vida humana.