Las placas conmemorativas de la inauguración del Puente de San Rafael han desaparecido misteriosamente, sin que nadie aclare si se trata de un robo o de la retirada oficial de uno de los símbolos del régimen franquista que aún quedaban en Córdoba.

La delegación cordobesa del Ministerio de Fomento parece no saber nada de las placas y remite a la sede central del ministerio. Por su parte, los servicios de prensa de Fomento en Madrid se niegan a informar telefónicamente y exigen la solicitud por escrito, aunque tras recibir la petición el jueves aún no han contestado. Por otra parte, la Policía Nacional de Córdoba no tiene constancia de que se haya presentado una denuncia por robo.

El 29 de abril de 1953 fue inaugurado este puente durante una visita del dictador Francisco Franco a la ciudad. Ese día fue su esposa, Carmen Polo, la encargada de descubrir una de las lápidas conmemorativas del acto que ahora se han volatilizado.

En las placas podía leerse "S.E. el Jefe del Estado y Generalísimo de los Ejércitos, Francisco Franco Bahamonde, inauguró este puente del Guadalquivir el 29 de abril de 1953". Las lápidas estaban en las entradas del puente, una en cada dirección, y en el hueco que han dejado aún se pueden ver los clavos que las sujetaban y trozos de mármol de las esquinas. Estos restos parecen apuntar que la retirada ha sido un tanto violenta.

Este puente que los cordobeses conocen por sus atascos fue, curiosamente, el más ancho de España cuando se abrió al tráfico, como publicaba el Diario CORDOBA el mismo día de la inauguración. En un artículo firmado por R. Gago se elogiaba este puente "elegante y moderno" y se especificaba que "está formado por ocho arcos de 25 metros de luz y con una longitud entre estribos de 217 metros. La anchura es de 18,5 metros entre pretiles, distribuidos en 12 metros de calzada adoquinados para cuatro circulaciones y dos aceras losadas de cemento".