A finales de mes o principios de enero, según anunció el alcalde, José Antonio Nieto, se celebrará una primera gran reunión con todos los sectores implicados en el futuro de los Patios, todo ello tras el nombramiento por parte de la Unesco de la Fiesta como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Será el pistoletazo de salida para una nueva etapa que deberá cristalizar en un órgano de coordinación, según la propuesta inicial del alcalde, en el que estén representadas las administraciones, instituciones sociales, financieras, culturales y empresariales y, por supuesto, los grandes actores de la Fiesta de los Patios: los cuidadores.

En todo caso, en esa primera reunión clave se hablará de los valores y los problemas presentes y futuros de la Fiesta, que son muchos y muy complejos, como ha podido verse en las páginas de Diario CÓRDOBA desde la designación de la Fiesta de los Patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.

Así, buscando una visión global, quizá sea bueno usar la típica división que se emplea en todo plan estratégico a la hora del análisis: distinguir entre fortalezas, debilidades, potencialidades y amenazas.

Fortalezas

Para empezar, hay que recordar que el propio título concedido por la Unesco garantiza en cierta forma el futuro de la Fiesta (en buena medida porque también obliga a la ciudad y las administraciones a velar por este bien), prestigia a este fenómeno cultural y ha supuesto un magnífico acicate, incluso a nivel psicológico, para los ciudadanos de Córdoba, muy castigados por fracasos de otros proyectos en los últimos años. Pero también hay que citar entre las fortalezas actuales de la Fiesta de los Patios está el que se mantenga el número de familias y patios participantes y, aunque hay un decrecimiento en las últimas décadas de recintos antiguos a favor de los de arquitectura moderna, parece existir relevo generacional y que la normativa garantice la conservación de los recintos.

Por otro lado hay que citar la unión que existe en la actualidad en torno a la Fiesta de los Patios en todos los sectores, tanto que parecen asumidas por todos cuestiones como la necesidad de crear un órgano de coordinación, además de otras series de medidas a corto, medio y largo plazo (control de acceso en momentos claves del concurso de Patios, aumentar las ayudas económicas, más apoyo del sector hostelero, etcétera) .

Los expertos hablan

También es una fortaleza que la Fiesta de los Patios responda no solo a uno, sino a múltiples valores humanísticos, cada cual dignos de admiración y de ser protegidos, pero que unidos dan un fenómeno cultural sin igual en el mundo, como han destacado en los últimos días en Diario CÓRDOBA, entre otros muchos, no solo las autoridades (empezando por el propio Rey Don Juan Carlos en su felicitación a la ciudad), sino también artículos de especialistas como Francisco Solano Márquez; Desiderio Vaquerizo Gil (en el plano histórico y como arqueólogo), Carmelo Casaño, Julia Hidalgo, V. de Larriva y Francisco Riobóo (desde la arquitectura), el catedrático y exrector Eugenio Domínguez Vilches (respecto a la flora), Antonio Vallejo (historia), Rafael Mir Jordano, José Carlos Pla en nombre de la Fundación Cajasur, Francisco Luque Romero y José Cobos (etnología) o Joaquín Pérez Azaústre.

Por supuesto, está como fortaleza el tema económico, que ha quedado reflejado en el informe de F&J Martín Abogados con la consultora Calma, cifrándose en 3,34 millones de euros lo que los Patios han movido solo en sus 12 días de apertura este último mes de mayo, una cifra que se quedaría pequeña al tomar todo año como referencia y al considerar factores como el número de plazas hoteleras irregulares que existen en la ciudad, como denuncia Hostecor.

Debilidades

En buena parte son las mismas que planteó la Unesco el año pasado, cuando la candidatura fracasó. Entre éstas se encuentra que la Fiesta depende totalmente del voluntarismo de los cuidadores y, aunque ese sea precisamente el espíritu de los Patios, no deja de ser un riesgo de pervivencia de la fiesta. La falta de inclusión en listados oficiales (algo que ya se corrigió en parte) fue otro de los puntos que criticó la Unesco. Incluso en otro informe de la Unesco, el referido al Casco Histórico como Patrimonio de la Humanidad, se destacaba que había poca atención normativa e institucional a la arquitectura popular.

Pero hay otras debilidades que no se les escapan a los cordobeses ni hace falta que la Unesco las señale: el aumento los últimos años del número de visitas hasta casi colapsar patios y hasta barrios enteros, el envejecimiento de los cuidadores (aunque ya se coincide en señalar que se está produciendo cierto relevo generacional), la destrucción de las antiguas casas-patio (a pesar de los programas y la normativa de las administraciones) o el escaso apoyo monetario a los cuidadores de Patios son factores en contra que llevan a muchos a dejar de participar en la Fiesta, y a que se pierdan o cierren recintos emblemáticos, desde el añorado Badanas 15 a otros de recientes participantes.

Ante el futuro

Capítulo aparte son las perspectivas de futuro, y no solo por la cuestión de si se sabrá aprovechar bien las oportunidades que en imagen hacia el exterior supone la declaración de Patrimonio de la Humanidad. También será delicadísimo gestionar el aspecto turístico de la Fiesta de los Patios, ya que la masificación mataría a la gallina de los huevos de oro (por no hablar del espíritu mismo de la fiesta). Cómo restringir las visitas y optar por un turismo de calidad y de carácter cultural, que no dependa solo del mes de mayo y sin desvirtuar el espíritu abierto de los Patios es el gran reto al que Córdoba se enfrenta en este Capítulo. Otros puntos que hay que definir con urgencia es qué órgano de coordinación se creará, sus competencias y sus recursos.

Todo esto solo se podrá conseguir, y ésta quizás sea la mayor amenaza, si se mantiene la unión que han demostrado todas las partes implicadas cuando impulsaron la candidatura ante la Unesco, una unión social que en Córdoba, como lamentablemente es bien sabido, casi siempre suele ser rara o corta.