-Se abstuvieron en la investidura de Bellido hace ahora un año prometiendo ser «el aliento en el cuello» de PP y Cs, pero han terminado pactando con ellos ordenanzas y presupuestos. ¿Han sido más gobierno que oposición?

-No son cosas incompatibles, más bien son complementarias. Hemos sido y seguiremos siendo el aliento en el cuello de PP y Cs; corrigiendo y modificando todo lo que se nos plantee que no compartamos y, por supuesto, apoyando lo que entendamos que es positivo para la ciudad, pero controlando a su vez que se cumpla y no quede en papel mojado. Además, en cuanto al trabajo realizado, el rigor, la seriedad en los planteamientos y la utilidad de nuestras acciones, hemos sido más gobierno que oposición. Es más, hemos sido a veces más gobierno que el propio gobierno.

-Vox se ha atribuido en parte la rebaja fiscal, que aún así tachó de insuficiente, y los principales avances de las cuentas, ¿qué, sin embargo, no hubiera hecho Vox que sí han hecho PP y Cs en este primer año de mandato?

-Vox es un partido liberal. Si el gobierno fuera nuestro habríamos puesto en la calle a través de la colaboración público-privada nuevas externalizaciones de servicios para ayudar a las empresas cordobesas y a los autónomos a crear empleo. Parece mentira que un gobierno en teoría de derechas, mantenga a día de hoy la misma política en este sentido que el anterior gobierno social-comunista. También creemos que el dinero donde mejor está es en el bolsillo de los contribuyentes. Nuestra bajada de impuestos hubiera sido mayor pero para el primer año, por un criterio de prudencia, consideramos que era suficiente para apoyarla. La eficiencia en el gasto también ha brillado por su ausencia. Son más de 52, entre asesores, coordinadores generales, directores y gerentes, los puestos a dedo con sueldos de media de 50.000 euros. Eso nunca lo habría hecho Vox.

-¿Qué balance hace del primer año de gestión de Bellido como alcalde de Córdoba?

-Lamentablemente ha sido un año aciago. El gobierno del cambio está siendo el del inmovilismo. Más de lo mismo. O se ponen las pilas o pasarán sin pena ni gloria. En Turismo, cumplimos un año sin espectáculo nocturno en el Alcázar y nos olvidamos de llevar la Semana Santa a Fitur. Mucha campañita para tener contentos a algunos con eslóganes engolados y mucha fiesta, eso sí. En Cultura, siguen los museos cerrados los fines de semana, puentes y lunes y, el Alcázar, en una situación de absoluto abandono. Deportes en el punto de mira por el escándalo del Imdeco -intervenido por el PP- que está en los tribunales. Problemas con ayudas a clubes e igual situación de cesión precaria en las instalaciones. En Recursos Humanos, parte de la plantilla sobre todo de Policía y Bomberos, tarda más de año y medio en cobrar algunos complementos. Servicios Sociales, un polvorín. GMU el mismo cáncer que siempre, ahora objeto de estafa encima… Parece que solo está funcionando Innovación Digital, ahí sí está habiendo algún avance, aunque hay que decir que ha sido la crisis del coronavirus su revulsivo.

-¿Cree que el gobierno municipal ha funcionado como un solo equipo? ¿Cree que perjudica a los populares su alianza con Cs?

-Ya le dije en su momento a Bellido que debía gobernar solo, con acuerdos puntuales. Así lo hizo Rafael Merino, que gobernó en minoría y no le fue mal. Es evidente que no hay coordinación, ni supervisión, ni proyecto común de ciudad entre PP y Cs. A pesar de los selfies y la propaganda, la realidad es que son compartimentos estancos. Vuelven a caer en los mismos errores que otros cogobiernos de izquierdas, muy criticados por el PP en la oposición. Vemos cuotas de poder, reparto político de concejalías y poco más. De nuevo dos gobiernos y bicefálea, esto no puede acabar bien, ni traer nada bueno a Córdoba.

-¿Cuáles creen que han sido las principales lagunas de esa gestión compartida?

-Cero coordinación entre Cultura, Fiestas y Turismo, lo que a todas luces es un auténtico disparate. Abandono del Comercio y desastre absoluto en Servicios Sociales, donde ya había problemas antes del covid, pero ahora la situación es de colapso total. De Deportes mejor ni hablar. En Gestión no se mueve un papel, pliegos y expedientes que se eternizan. No se ve una obra en la ciudad, con lo que eso supone. En fin, después de un año urgen cambios.

-¿Cuál ha sido el principal error y el mayor acierto del gobierno municipal en la gestión de la crisis del coronavirus?

-La gestión de la crisis del covid solo podía hacerse bajo la premisa de mucho trabajo, mucha honestidad y mucha voluntad. Nadie tenía una varita mágica para saber qué hacer ni tampoco experiencia para enfrentarse a algo tan terrible. Aquí se ha demostrado la altura de los partidos y de los políticos. Creo que Bellido ha hecho todo lo que ha podido, a pesar de la situación y del Gobierno. Por eso Vox ha estado apoyando lo que han hecho. No era momento de buscar votos. Había que salvar vidas. Y, ahora, empleos.

-En caso de que se produjese un nuevo rebrote, ¿qué bases cree Vox que deben sentarse en Córdoba para amortiguar la crisis?

-Si hablamos de la crisis sanitaria, con la información que manejamos, hay que proteger a los trabajadores de los hospitales para que puedan desarrollar su trabajo con seguridad, asegurar una atención correcta a los mayores, el colectivo más vulnerable, y tener hospitales provisionales listos para ser puestos en marcha en caso de que haga falta. También es fundamental ser capaces de aclarar muchas dudas que aún existen y poner tests en la calle a un precio asequible. Sobre la crisis económica, si el Estado vuelve a confinarnos e impide a la gente trabajar, tiene que ser capaz de asumir el pago de las nóminas de todos, igual que lo hace con la de los trabajadores públicos. Un segundo envite, no creo que haya ni una empresa ni un autónomo que pueda aguantarlo. Bastante difícil va a ser ya superar este.

-No se logró pactar el plan de choque municipal por la covid. ¿No es eso un fracaso de la política cuando los ciudadanos reclaman soluciones de consenso? ¿Qué cambia para que ese argumento no sirva a nivel nacional? ¿En qué medida ha contribuido Vox en calentar el clima político?

-Creo que los ciudadanos piden soluciones. Lo del consenso es más de cosecha política. De ese buenismo que ahora impera y que al final se lo lleva todo por delante. Cuando uno gana unas elecciones, tiene que tomar decisiones. Si son compartidas o enriquecidas con aportaciones de los grupos, pues genial. Pero si no, su obligación es decidir y ejecutar. Algunas veces tanto consenso oculta una incapacidad total de tomar decisiones y hace que al final el niño no sea de nadie y sobre todo, que no se parezca a nadie. En Vox somos más de cumplir lo que decimos y no engañar a nadie, aunque sea sin consenso.

Sobre la insinuación de que Vox «caliente» el clima político, ahí me pongo muy, muy seria. Es absolutamente falso. Nos llaman de todo, nos insultan sin pudor, los ataques son verbalmente intolerables. Le pese a quién le pese, no hay un partido más demócrata que nosotros: defendemos nuestro país, la Constitución y el Estado de Derecho. También defendemos la vida desde la concepción hasta el fallecimiento, la igualdad real entre hombres y mujeres, la eficiencia en el gasto público, y la libertad por encima de cualquier otra cosa. Esto parece que pone muy nerviosos a los partidos de la izquierda más radical, pero ese es su problema, no el nuestro. Hasta ahí podíamos llegar.