El cuarto día sin agua del grifo en la urbanización Las Jaras agravó más todavía la situación que allí se está viviendo. Las más de 300 familias cordobesas que tienen allí fijada su primera o segunda residencia pasaron como pudieron una situación que con el devenir de las jornadas se ha ido haciendo insostenible.

Ayer hasta tuvo que intervenir el Ejército, en colaboración con Emacsa, para repartir agua en un camión cisterna. Cerca de dos horas estuvieron suministrando agua potable entre más de un centenar de residentes, que la recogieron con sus propios recipientes. La comunidad de propietarios, en colaboración con la Brigada Guzmán el Bueno, estableció tres puntos de reparto a lo largo de toda la urbanización.

La comunidad de propietarios de Las Jaras ya interpuso el pasado martes una denuncia por el corte total del agua potable. Así lo comunicó en un escrito, al que tuvo acceso este periódico, según el cual se presentaron denuncias en la Guardia Civil de Córdoba, el Juzgado de Guardia de Córdoba, Ayuntamiento de Córdoba, Emacsa, Gerencia Municipal de Urbanismo de Córdoba, Delegación del Gobierno y Subdelegación del Gobierno por los cortes de suministro; solicitan que «se tengan por presentados escritos de denuncia, se admitan y se socorra a los residentes de esta urbanización, realizando las acciones muy urgentes necesarias».

Los cortes en el servicio se han convertido en una desagradable rutina en este barrio de Córdoba en los últimos tiempos, pues ya se han producido 20 desde el 10 de junio de 2017, según refleja un escrito que envió la comunidad de propietarios el pasado martes a Luxico, Javiaras y Laujaras, las empresas privadas responsables de la gestión del suministro del agua. Se da además la circunstancia de que el actual es ya uno de los más largos, pues hasta ahora nunca había durado ninguno más de cuatro días.

La solución para hoy parece cerca, pues Luxico comunicó ayer que a lo largo del día volvería a servir agua, si bien al cierre de esta edición no era así. Sin embargo, el arreglo permanente parece más lejano, pues pasará probablemente por la instalación de una nueva red de cañerías, cuyo coste sería de 6.728.473 millones de euros, según un informe de Emacsa que hizo público a través de la Gerencia de Urbanismo el pasado 11 de febrero. El Ayuntamiento planea que la obra la haga Lexico o el Consistorio, pasándole la factura a la primera.