A finales de abril, la Policía Local abrió una espita al negociar de manera unilateral y lograr mejoras salariales con el equipo de gobierno. Después, los bomberos encendieron la mecha que ha terminado casi por abrasar al teniente de alcalde de Seguridad, Emilio Aumente, en la semana más inflamable de 2018. Corre por los mentideros del whatsapp la broma de que por fin, después de la triada clásica de paradojas locales (cementerio de la Salud, sede de la ONCE en Vista Alegre y la de alcohólicos anónimos en Olivos Borrachos), ocurría algo coherente en Córdoba: ardía la caseta de Fosforito. Igual que los socios de esa peña lograron obrar el milagro y abrir la caseta a las horas del incendio, como si no hubiera ocurrido nada, el gobierno local ha vuelto a sortear una crisis --de esas que ellos mismos se autoinfligen, con la novedad de que esta vez las chispas han saltado entre dos delegaciones del PSOE-- que ha estado a punto de llevarse por delante a un concejal y, ojo, no cualquier concejal.

A lo mejor a usted todo esto le suene a chino porque ha estado en la feria (bien que ha hecho), pero le diré que, si la sangre no ha llegado al río, ha sido porque la alcaldesa --que, por cierto, ya es candidata oficial del PSOE a las municipales del 2019-- ha prometido incrementar la plantilla de bomberos, que era la condición impuesta por Aumente para no irse.

El órdago del teniente de alcalde de Seguridad, uno de los hombres fuertes del gobierno local, ha evidenciado el grave problema de personal que los sindicatos llevan meses advirtiendo. Él mismo, al tomar las riendas de su delegación, advirtió de que con las limitaciones a la tasa de reposición impuestas hasta entonces por el Gobierno central y el ritmo de jubilaciones, en pocos años habría un grave problema de falta de efectivos. El verano pasado, alertó incluso de que habría que cerrar el parque del Granadal, y recordó que las convocatorias de oposiciones son procesos muy largos. Solo hay que pensar que desde que se convoca una oposición de Policía Local hasta que un agente está trabajando pueden pasar años. La actual convocatoria de 12 plazas, sin ir más lejos, concluyó su plazo de admisión en enero del 2017 y aún falta que los agentes pasen el examen médico y la academia. Se calcula que estarán incorporados en verano del 2019.

Problema genérico

A juzgar por la airada reacción de Aumente esta semana, parece que poco se había hecho para subsanar este problema desde la delegación de Recursos Humanos, encabezada por su compañero de filas David Luque. La alcaldesa ha tratado de zanjar la crisis sin cambio alguno en este área, mientras que el socio de gobierno, IU, se ha solidarizado con la reivindicación de Aumente y ha constatado que no es un problema que afecte, ni mucho menos, solo a Policía Local y Bomberos. No desdeñen como argumento de futura pugna entre los socios la cuestión del personal.

Los sindicatos, sobre todo CTA, han sostenido desde el inicio del mandato que el gobierno local puede contratar pero no lo hace, pese a que Recursos Humanos cerró el 2017 con un superávit de 14,9 millones, y que el corsé impuesto por las leyes estatales del PP ya no es justificación sino excusa. El viernes, CCOO lamentó que haya tenido que ocurrir un siniestro grave (ojo, se referían al incendio en la caseta, no al fuego fatuo de la dimisión) para que la regidora reaccionase. Y encima, dicen, el anuncio es insuficiente.

El PP, enfangado a nivel nacional y de qué manera con el fallo de la Gürtel, ha optado por aparcar la crisis hasta el lunes, pero tendrá fácil atacar uno de los mensajes que tanto PSOE como IU vendieron hasta la hartura en las municipales de 2015: la defensa de los servicios públicos.

Cambiando de tercio pero sin salir del Arenal. ¡Menos mal que no hay caseta de la confluencia! Lo digo porque esta semana hubiera tenido un ambiente más bien hostil. En Córdoba se le están viendo las costuras a este proceso que Teresa Rodríguez, coordinadora andaluza de Podemos, y Antonio Maíllo, su homólogo en IU, se afanan en tejer para que pueda aplicarse a nivel municipal (parece que es inminente, si no es incluso hoy, cuando se produzca ese anuncio). Desde IU hablan de la excepcionalidad del caso de Córdoba, pero no aclaran cómo se traducirá ese hecho diferencial en la negociación. Si Pedro García, coordinador de IU, dijo el domingo pasado que, si su formación se lo pide, él daría un paso adelante para ser candidato en esa confluencia, a Rafael Blázquez le faltó tiempo (24 horas) para decirle que «no», hablando no solo en boca de su formación, sino por Podemos y Equo. Un gesto muy sintomático del portavoz de Ganemos que, por cierto, no dijo qué papel quiere jugar él mismo en las municipales.

Mientras esto ocurre a la izquierda del PSOE, a la derecha no hay mucha más certeza que la de José María Bellido. El portavoz del PP es el único candidato que ya calienta en la banda tratando de zafarse de lo que ocurre en Génova. Al de Ciudadanos no se le espera hasta enero, lo que demuestra que la marca confía todo al efecto Rivera. Si sirven de algo los paseos por la feria, apuntamos el dato de que Juan Marín eligió de pareja de baile a la diputada andaluza Isabel Albás. Y, ojo, bailaron en su caseta, que Cs sí que tiene.